La ruta comienza por la iglesia de San Martín de Frómista, uno de los edificios más conocidos del románico español.
Iglesia de San Martín de Frómista.
Construida a finales del siglo XI como parte de un monasterio benedictino que a partir de 1118 pasó a depender de San Zoilo de Carrión. Su aspecto actual debe mucho a la restauración llevada a cabo entre 1895 y 1904. Destaca la pureza de sus líneas arquitectónicas y las magníficas labores escultóricas que adornan sus capiteles y canecillos.