Castell de Mejanell
Castillo de Mejanell
En el centro de las casas del pueblo, y sobre un pequeño montículo, se encuentra la torre del desaparecido castillo de Mejanell, en el Pla de Sant Ramón, cerca de la iglesia de Sant Pere. Desde Estaràs se llega al lugar por la carretera C-25 o Eix Transversal en sentido noreste hasta la salida 93. Una vez allí se debe seguir por la N-141 en dirección a Calaf unos 800 m, hasta un camino sin asfaltar señalizado a la derecha que lleva al caserío.
La escasa documentación que se conoce sobre esta torre de vigilancia da lugar a cierta confusión provocada por el hecho de que el topónimo Mejanell es un diminutivo de Meià y cuando aparece citado no queda claro si hace referencia a Castellmeià o a Mejanell. La primera vez que se menciona con seguridad es en la donación que en 1098 realizaron Guillem Guitard, su mujer Guilla y su hijo Carbonell de la iglesia de Sant Cugat de Portell a la canónica de Solsona, en la que el castillo de Meià figuraba como referencia de delimitación geográfica. Años más tarde, en 1280, constaba con el nombre de Meianel.
La torre, construida sobre la roca calcárea y cuya base está formada por un zócalo, es de planta circular y tiene una altura de unos 13 m, a los que en una intervención reciente se ha añadido 1 m adicional. Como suele ser habitual en este tipo de construcciones, a una altura considerable, unos 6 m, se abre una puerta, formada por un arco de medio punto. Aunque en los paramentos exteriores se pueden ver algunos restos de mechinales, éstos son más abundantes en el interior.
Una vez dentro se puede apreciar que el nivel inferior está cubierto con una falsa cúpula, en cuyo centro un estrecho orificio circular se utilizaba como entrada, hasta que, en el siglo xx, cuando se habilitó otro acceso, pasó a ser destinado a otros menesteres. Hasta la restauración llevada a cabo en 2010, el nivel superior estaba cubierto por sus propios derrumbes, los cuales imposibilitaban la entrada. En dicha intervención se consolidó la torre, y se habilitó una escalera de caracol para acceder al exterior.
En época moderna se le adosó una casa que integra perfectamente la forma curva de su estructura con las habitaciones que sirven hoy de alojamiento rural.
La torre fue construida con sillarejo dispuesto en hileras uniformes, posiblemente en la segunda mitad del siglo xi.
Texto y fotos: Raquel Cardona Segura
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 408; Diví López, M. del C., 2002, pp. 70-71; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, pp. 269-270.