Tomando como punto de partida Madrid capital, nos dirigimos a LA CABRERA, localidad de unos dos mil habitantes, en plena Sierra de su nombre, rodeada de un paisaje de roquedales berroqueños.
Los primeros asentamientos distan bastante del actual núcleo de población, y probablemente estén datadas en torno al siglo V, en relación con los asentamientos de Buitrago de Lozoya. Junto a estos restos, destacan los de “La Tumba del Moro”, una necrópolis constituida por tumbas antropomorfas excavadas en la roca, cuya datación oscilaría entre la época paleocristiana y la visigoda.
Pasarán los siglos hasta llegar al s. XII momento en que aparecen las referencias del Monasterio de San Julián y San Antonio, aunque desconocemos la fecha real de su fundación.
Monasterio de San Julián y San Antonio.
Su existencia parte de una antigua comunidad benedictina, aunque se desconoce la fecha de su fundación, quizá debido a lo reducido de su tamaño respecto a monasterios de su entorno más próximo. Tras la fundación por parte de la Orden Benedictina, se instala la Franciscana en torno a 1400.
De todo el Monasterio, lo único conservado de época benedictina es la Iglesia, siendo una de las más singulares de las erigidas en la época. De mampostería, posee una cabecera con cinco ábsides escalonados, dispuestos en batería, crucero señalado en planta, y un cuerpo corto de tres naves.
En el interior las naves están divididas por arcos formeros toscamente labrados.
(Horarios de visita: Martes, Jueves, Sábados, Domingos y Festivos
De 01/10 a 30/03: pases por la mañana a las 11.30; 12.00; 12.30. Por la tarde: pases a las 15.30; 16.00 y 16.30.
De 01/04 a 30/09: pases por la mañana a las 11.30; 12.00 y 12.30. Por la tarde: pases a las 17.00; 17.30 y 18.00.
Abandonamos La Cabrera para seguir adentrándonos en la Sierra madrileña, en dirección a Buitrago de Lozoya, donde tomaremos un desvío para dirigirnos hacia la localidad de San Mamés, lugar donde se emplaza la iglesia homónima.
Iglesia de San Mamés.
Nos encontramos un templo, de planta basilical de tres naves, del que tenemos noticia a partir de del siglo XIV, realizado en mampostería y ladrillo, en el que destaca su ábside semicircular. En el exterior, dicho ábside muestra 3 vanos de medio punto que descansan sobre una verdugada de ladrillo.
(Horarios de visitas: consultar)
En las proximidades de San Mamés, podemos disfrutar del espectáculo natural de “La Chorrera de San Mamés”, el salto de agua más importante de toda la Comunidad Autónoma de Madrid, existiendo una ruta que nos lleva desde el centro de la localidad.
Dejando atrás San Mamés y volviendo sobre nuestros pasos llegamos a Buitrago de Lozoya de nuevo, donde tomaremos un desvío, esta vez hacia Prádena del Rincón..
No conocemos el origen de esta localidad, pero probablemente parece ser que fue la repoblación tras la reconquista, el más probable. Posteriormente, dependió económica y políticamente de Montejo de la Sierra, en la Comunidad de la Tierra de Buitrago.
Iglesia de Santo Domingo de Silos.
En una amplia plaza nos encontramos con este templo, el cual puede ser datado entre los siglos XIII-XIV. Fruto de diversas transformaciones, destaca su potente ábside. Construido en mampostería, sólo posee un vano al exterior, realizado en sillería, y rematado todo el conjunto con una cornisa de canecillos decorados, entre los que aparece alguno abiselado y otros con bolas. En el tramo recto vemos un cambio de materiales constructivos y cómo la altura de la cubierta aumenta. En el muro norte se encuentra la Portada más antigua del templo, compuesta por cuatro roscas de medio punto que se apoyan en ladrillos y éstos en sendas jambas. El esquema de la portada es recurrente en el románico madrileño: doble rosca, ladrillo y enmarcada en alfiz.
En su interior podemos apreciar una interesante cabecera a la que se accede por un gran arco triunfal apuntado, consistiendo el espacio en un presbiterio cubierto por una bóveda de cañón apuntado, y el propio ábside por bóveda de cuarto de cañón; ambos en mampostería más o menos regular.
(Horario de visitas: consultar)
Volvemos sobre nuestros pasos hasta La Cabrera, para dirigirnos a la localidad de Talamanca del Jarama.
El origen de la población es confuso, y a pesar que se le identifica con los celtíberos y romanos, no será hasta el siglo IX en el que aparece su fundación, como recinto fortificado y medina, por ser confluencia de las vías de comunicación entre el norte y Toledo y Córdoba. Sin embargo, a partir del s. XI su importancia decae. En Talamanca podemos disfrutar de una buena muestra del Románico entre sus monumentos más destacados.
Iglesia de San Juan Bautista.
Aunque pueda despistar su exterior, fruto de diferentes momentos constructivos, nos centraremos en la cabecera y el cuerpo de las naves, plenamente medievales. En cuanto a la cabecera, destacamos el ábside, construido en sillería sobre un alto zócalo y organizado en cinco paños separados por cuatro columnas adosadas. Destacan los vanos, estrechos, de arco de medio punto, que reposan en columnillas. Destaca la cornisa del ábside, rematada por numerosos canecillos decorados, entre los cuales cabe destacar una cabeza monstruosa, un saltimbanqui, centauro disparando un arco, cabeza de mujer, jinetes, luchas entre hombre y fiera…todos ellos entre metopas decoradas con flores.
En su interior, la cabecera se presenta a través de un arco triunfal apuntado, el presbiterio, todo realizado en sillería, se cubre con bóveda de crucería. El ábside, precedido por un arco fajón, está rematado por bóveda de cuarto de esfera dividida por cuatro nervios.
(Horarios de visita: consultar).
Ermita de los Milagros o Morabito.
Las ruinas de la antigua Ermita de los Milagros se encuentran en una de las plazas más importantes de la localidad. Únicamente permanece en pie el presbiterio y ábside, realizados en ladrillo, con decoración de arcos ciegos en tres alturas. Se cubre el ábside por bóveda de cuarto de esfera. Es un ejemplo de mezcla de influencias castellanas y meridionales.
(Horarios de visita: sólo es visitable el exterior)
Antigua muralla de Talamanca del Jarama.
También en Talamanca del Jarama, podremos contemplar restos de la antigua muralla, repartidos por la localidad.
Descendiendo, del Jarama al Henares, nos dirigimos a Camarma de Esteruelas, localidad próxima a Alcalá de Henares.
El origen de la localidad no está claro, pero podemos situar su fundación en torno a finales del siglo XII o principios del siglo XIII, fechas en las que ya aparece su fuero.
Iglesia de san Pedro.
Situada en el extremo de la plaza del Ayuntamiento. Templo en que se reflejan varias etapas constructivas, pero nos centraremos en su cabecera, muy semejante a la que encontramos en Tamarma de Esteruelas. Desde un zócalo de mampostería se levanta una cabecera en ladrillo decorada con arcos ciegos, también de tres alturas, y rematada por cornisa también de ladrillo. Sin embargo, lo más significativo está en su interior, puesto que el ábside conserva los restos de decoración pictórica que representan el Pantocrator y Tetramorfos en la bóveda de cuarto de cañón, y una serie, probablemente de santos y apóstoles en su cuerpo inferior. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1982.
(Horarios de visita: consultar).
Dejamos atrás Camarma de Esteruelas, para dirigirnos a través del “Corredor del Henares”, hacia la zona sur de la capital madrileña, donde nos encontramos varios ejemplos románicos en ciudades-dormitorio como Getafe o Móstoles.
Llegamos a Getafe, localidad situada a unos 13 km al sur de Madrid, cuyos orígenes se remontan a las antiguas vías de comunicación entre Madrid y Toledo, quedando constatada la fecha de su refundación, en 1150.
Iglesia de santa María de la Magdalena.
En esta población nos encontramos con una sorprendente Iglesia de santa María de la Magdalena, declarada Monumento Histórico-Artístico. Destaca su imponente fábrica, y observamos las diferentes épocas artísticas en su conjunto.
Destacamos en este templo, aparte su construcción típica herreriana, la torre situada a los pies del mismo; la “Torre Vieja” en el lado norte, levantada en mampostería y ladrillo, pero lo más destacado está en la escalera interior, que se organiza en tramos rectos con cubiertas de falsas bóvedas por aproximación de hiladas de ladrillos.
(Horarios de visita: Curso lectivo: 8:30 a 12:45; 17:30 a 19:45; Verano: 8:30 a 11:00; 18:00 a 20:45; excepto horas coincidentes con el culto)
Tomamos rumbo a Móstoles, otro de los núcleos del cinturón sur de Madrid.
Los orígenes documentados de este núcleo de población se remontan a 1137, fecha en la que aparece en una carta de Donación del Rey Alfonso VII al obispo de Segovia.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Ubicada en el centro de la localidad, aparece la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, templo al exterior contemporáneo, pero conserva la cabecera y torres medievales. Respecto a la cabecera, en el exterior observamos la fábrica precedente ya conocida en Camarma de Esteruelas, de ladrillo sobre zócalo, en este caso de una altura, de mampostería; con la diferencia de que en este caso los arquillos ciegos que la decoran son dobles, individualizados en alfiz y túmidos o apuntados. Repite remate de cornisa con hiladas de ladrillo semejando canecillos.
En la parte oriental, y no adosada al templo, aparece la torre que sigue el esquema de materiales ya visto en torres como Getafe, aparejo toledano: cajones de mampostería entre verdugadas de ladrillos, con múltiples mechinales en todo su cuerpo.
(Horarios de visita: Septiembre-Junio, mañanas de 08.30 a 13.30; tardes de 17.00 a 21.00. Julio-Agosto; mañanas de 08.30 a 12.30; tardes de 18.00 a 21.00, excepto coincidencia con horarios de culto).
Dejamos Móstoles para dirigirnos al oeste de la Comunidad madrileña, hacia el vértice de confluencia de las provincias de Ávila, Toledo y Madrid, concretamente a Pelayos de la presa, a unos 60 km de la capital madrileña.
Los primeros asentamientos en la zona proceden de época visigoda, quizá por grupos de ermitaños, que resistieron a la época de dominación árabe. Tras la repoblación, Alfonso VII apoyará a estos grupos eremíticos, constituyéndose en comunidades. Probablemente, de entre varios grupos poblacionales, San Pelayo fuera el núcleo más importante, donde se creara el Monasterio, en origen benedictino, posteriormente cisterciense.
Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias.
Los orígenes probables del monasterio se remontan a época mozárabe, pero no conocemos la fundación del mismo, sino hasta su adscripción a la Orden del Císter, recurriéndose al Monasterio de la Santa Espina de Valladolid, que se hicieron cargo del mismo.
Lo que más resalta en las ruinas del monasterio es la irregularidad de la iglesia con respecto al claustro, dejando un espacio intermedio, lugar donde probablemente quedaría la “Capilla Mozárabe”, pequeña edificación de sillería, mampostería y ladrillo, pero se desconoce el origen y la función que tendría dicha construcción.
Lo más destacado de la Iglesia sería la cabecera, compuesta por tres ábsides en batería, en sillería. Los laterales cubiertos con bóvedas de cuarto de esfera sencilla, y el central con bóveda de cuarto de esfera con nervios.
Al exterior, sorprende la sobriedad, sillares sin apenas decoración, excepto por una especie de campanario remate, a la altura de lo que correspondería al crucero. El resto de la fábrica de la iglesia y del monasterio es de épocas posteriores, sobre todo gótica y renacentista. En el claustro, destacan únicamente, en lo que a románico se refiere, dos arcos aislados de medio punto, que arrancan de capiteles vegetales.
(Horarios de visitas: sólo visitable desde el exterior).