Identificador
40231_01_034
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º24´21.012”, Lo, g:4º 13´33.39”W
Idioma
Autor
Raimundo Moreno Blanco
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Lovingos
Municipio
Cuéllar
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
UBICADA A UNOS 600 M al suroeste de la población, sus ruinas se muestran en una atalaya, como su advocación indica. Hoy quedan los restos de lo que fue la torre de la iglesia del desaparecido pueblo de Santa María del Otero, que en 1247 pagaba la mínima renta de 6 maravedís en la distribución de prestimonios del obispado de Segovia, si bien, en opinión de Zamora Canellada, se trata de la antigua iglesia de San Martín de Lovingos tras un cambio de titular en el templo. Estos vestigios se corresponden con una torre de planta semicircular, quizá determinada por la situación cercana al desnivel de terreno, que estuvo situada a los pies de la nave de la iglesia. De aquélla nada queda, a excepción de mínimas muestras al oeste y arranques del muro norte. Construida en mazonería, la torre está rematada por tres vanos adintelados que debieron albergar campanas. Su deficiente estado de conservación a nivel de cimientos, sobre todo en la zona sur, junto con la disposición al borde de una considerable pendiente hacen temer por su estabilidad. En su muro este, y a unos 2,5 m del suelo, queda un hueco desfigurado que fue el acceso a la zona alta, accediéndose a él desde una escalera de madera, ya que la parte baja es maciza. De él partían unas escaleras en dirección sur que daban acceso al cuerpo de vanos. En cuanto al proceso constructivo, es probable que se elevase primero la torre, quizá como elemento de vigía sobre el ancho valle que domina y a ella se le adosara el templo muy poco tiempo después. En excavaciones realizadas en 1980, se pone de manifiesto que las tumbas antropomorfas excavadas al sur del conjunto datan de finales del siglo X, con lo que corresponderían a uno de los pocos asentamientos que perduraron en la comarca tras la destrucción de la zona por parte de las tropas de Almanzor en el año 977.