Castell de Corça
Castillo de Corçà
Corçà es un pequeño pueblo situado a 2 km de Àger, en un desvío de la carretera que va a Balaguer, muy cerca del valle del Noguera Ribagorçana. Su castillo se sitúa en lo alto de un cerro rocoso desde el cual dominaba la población y sus inmediaciones, aunque hoy en día la fortaleza prácticamente no es visible, pues quedan pocos vestigios.
El primer documento que cita la población de Corçà es el acta de consagración de la iglesia de Sant Salvador de Àger de 1048, en la que Guillem Mudarraf realiza una dotación de tierras situadas en Curciano. En 1057, en el acta de investidura de Guillem Ramon como abad de Àger, Arnau Mir de Tost y su esposa Arsenda le conceden el dominio señorial del castro de Chorzano, los derechos del cual cederá meses más tarde a favor de Atinard Miró. La documentación del siglo xii sigue en la misma línea y refleja como el castillo va pasando de unas manos a otras sin ofrecer mucha más información.
No se sabe qué apariencia pudo tener el castillo de Corçà, pues sólo se han conservado restos arqueológicos, que no han sido estudiados en profundidad, y parte de uno de sus muros. Está claro que era bastante grande, pues su perímetro tenía unos 37,5 m de largo por una anchura que oscilaba de los 10 a los 15 m. De sus muros prácticamente no queda nada, simplemente algunas hiladas de piedras en el lado meridional del montículo que trazaban su perfil, el cual no era totalmente recto, ya que hay algunos tramos curvos para adaptarse al terreno.
Texto y fotos: Juan Antonio Campos
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 142; Fité i Llevot, F., 1985, pp. 149 y 257; Sanahuja Vallverdú, P., 1961, pp. 334-335.