Identificador
49420_01_012
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 16' 58.06'' , -5º 21' 9.35''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Vadillo de la Guareña
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
EN LA CAPILLA ADOSADA al norte del templo se conserva una talla de madera policromada, de la Virgen con el Niño. La tradición recoge una leyenda según la cual la imagen, como tantas veces, fue hallada en el campo por un pastor, quien, creyendo que era una muñeca, la llevó a casa para que jugara una hija suya. Al día siguiente, volviendo al mismo lugar, encontró otra imagen que creyó ser gemela de la anterior, aunque al llevarla de nuevo a casa comprobó que la anterior había desaparecido. Sin darle importancia re g resó por tercera vez al sitio del hallazgo, repitiéndose el encuentro. Enterado el sacerdote de estos hechos, se identificó la talla como una imagen de la Vi rgen, levantándose entonces una ermita en el mismo lugar donde se habían producido los milagrosos encuentros. Hoy de ese edificio no se conserva nada, tan sólo el nombre de un pago, Monserrate, en la divisoria de las provincias de Zamora y de Valladolid y cuentan también que al arruinarse la ermita se disputaron la imagen los de Alaejos y los de Vadillo, yendo finalmente a esta iglesia, desde la que se saca en procesión para implorar lluvia. La imagen suele estar vestida, aunque es una talla de buena calidad y bien conservada, maciza, con una altura de 43,2 cm, una anchura en la base de 16,5 cm y tan sólo con 8 cm de espesor máximo. La Virgen aparece sentada en un sitial recto, vestida con túnica dorada y manto también dorado, aunque con restos de color azul. El manto le cubre la cabeza, a modo de ceñido velo con dos escuetos pliegues laterales, coloreado en este caso en marrón, mientras que con ambas manos agarra ese mismo manto. Carece de corona, que quizá haya sido eliminada para adaptar la figura a los vestidos y adornos actuales. En cuanto al Niño, ocupa el regazo de la Madre, centrado y frontal, vestido con túnica dorada y con los pies descalzos. La corona parece más bien un birrete, de color marrón y sostiene el orbe con su mano izquierda, mientras que la derecha se ha perdido. Es una pieza bien trabajada, de correctas proporciones y bien policromada, aunque con toda probabilidad la capa de color con que se nos muestra no sea la original, ya que tanto en los ropajes de la Madre como en los del Niño parece averiguarse un sustrato de color azul. Los rostros están bien conseguidos y los pliegues de la ropa no son rígidos ni artificiales sino que están dotados de cierto movimiento. En definitiva, es una talla que aunque mantiene la habitual postura del Trono de la Sabiduría, característica de la época románica, con el Niño en el centro, sin embargo ha perdido en cierto modo su rigidez, ganando en naturalismo. Esto, unido a los incipientes pliegues que presenta el velo y la actitud de la Virgen agarrándose el manto, nos llevan a una datación que puede cifrarse en el primer tercio del siglo XIII.