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Vista general desde el suroeste de Sant Vicenç de les cases de Rialb

Identificador
25042_05_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.0315871,1.1841996
Idioma
Autor
Nuria Font Marco
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Vicenç de les cases de Rialb

Localidad
Puig
Municipio
la Baronia de Rialb
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Vicenç de Rialb

Descripción

LA BARONIA DE RIALB

Iglesia de Sant Vicenç de les cases de Rialb (o de Can Tomàs)

El pequeño templo de Sant Vicenç se encuentra dentro la localidad de El Puig, y al mismo se accede por la carretera que va desde Gualter a Artesa de Segre, desde la que, recorridos unos 10 km, se llega a un desvío en dirección a El Puig. Sin abandonar el camino, se cruza el río Rialb y se sube por una senda de fuerte pendiente, hasta encontrar una bifurcación a la derecha que conduce a la finca de Cal Tomàs. Se continúa por este camino cruzando un bosque hasta que el mismo no deja continuar, y en su parte izquierda, se divisa el campanario del templo, al que se puede llegar a pie a tras caminar unos 50 m. La iglesia se alza en la parte alta de un pequeño montículo y forma parte de una extensa finca de propiedad privada que abarca toda la Serra de cal Tomàs.

 

Anteriormente, el templo estaba vinculado a un núcleo de población diseminado llamado Les cases de Rialb, hoy en día en estado de abandono. La primera noticia documentada sobre este enclave aparece en un acta notarial de 1669, de la cual se deduce que probablemente, la iglesia de Sant Vicenç dependía de la parroquia de Sant Andreu del Puig.

 

En la actualidad se encuentra en un estado lamentable, y a duras penas aguanta apuntalado en su interior, sin que por el momento sus propietarios parezcan tener intención alguna de restaurarlo. El edificio es fruto de la modificación que se llevó a cabo en 1638, en la cual se le adosó al antiguo ábside una pequeña nave de forma cuadrada, para la que se aprovechó parte del muro norte original. El templo tiene unas medidas de 5 m de ancho por 10,50 m de largo. La cabecera, que ocupa un tercio de la superficie total del edificio, está formada por un ábside semicircular cubierto por una bóveda de cuarto de esfera. El hemiciclo cuenta tan sólo con una abertura en su parte central, ligeramente desviada hacia el Este, la cual, posiblemente, haya sido modificada, pues un arco carpanel muy rebajado enmarca lo que parece que podría haber sido la antigua ventana de medio punto y doble derrame. El paramento que compone la cabecera ha sido retocado en alguna zona con yeso y cemento. Un gran boquete se abre en la cara sur. El aparejo utilizado en la cabecera está formado por sillarejo. El muro norte seguramente formó parte de la antigua iglesia, pues la irregularidad de los sillares en su esquina occidental demuestra que, en principio, la antigua nave era más alargada que la actual. Gran parte de este muro no ha sido retocado, pues en su parte baja, los sillares medianos, mal encajados, están muy desgastados y algunos de ellos han perdido parte del mortero. En su parte superior más oriental se ha producido un desprendimiento. El resto de la construcción exterior es fruto de las remodelaciones que se hicieron en el siglo xvii. Tal vez, lo más significativo de la reforma moderna, sea la puerta compuesta por grandes dovelas abierta en la fachada oeste.

 

La visita al interior del templo resulta muy peligrosa a causa de su ruinoso estado. Sobre la maltrecha techumbre se alza un pequeño campanario construido seguramente en el siglo xvii. La nave rectangular, de reducidas dimensiones, más ancha que larga, fue separada de la parte más sagrada del templo mediante un muro en el centro del cual se abre un arco carpanel muy parecido al de la cabecera. Tal vez, este arco sea la prolongación del anterior arco presbiterial, que seguramente precedía al ábside. Todo el interior del edificio está enyesado, si bien en algunos tramos se ha perdido el recubrimiento. En la parte más oriental del muro norte se encuentra una pequeña hornacina de medio punto que no se manifiesta en el exterior. Importantes grietas se abren en el muro occidental.

 

El interior del ábside también está lleno de escombros, entre los cuales destaca un altar de piedra arrancado, que bien podría ser el original. A pesar de tener algunas grietas, la bóveda que cubre el ábside está en mejores condiciones que el resto de la edificación. Al haberse caído parte del enyesado, se aprecia que el aparejo utilizado en la bóveda es sillarejo, mientras que la parte superior del ábside esta compuesta por sillares medianos mal labrados, pero bien dispuestos en horizontal. La abertura central del mismo, indica que la antigua ventana era de arco medio punto adovelado, con doble derrame.

 

Es probable que la construcción original del templo se llevara a cabo en el siglo xi. Si no se acomete la tan necesaria restauración, en los próximos años este podría engrosar la lista de edificios lamentablemente desaparecidos por la desidia humana.

 

Texto y foto: Nuria Font Marco

 

Bibliografía

 

Bach i Riu, A. y Gabriel i Forn, M., 2005, pp. 148-150; Cataluya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 287-288.