LA BARONIA DE RIALB

Iglesia de Sant Andreu del Puig de Rialb

La parroquia de Sant Andreu se halla en un pequeño altiplano en el antiguo núcleo poblacional del Puig, formado actualmente por tres construcciones restauradas para el turismo rural. Se accede al mismo desde la carretera que une Gualter con Artesa de Segre, hasta que se llega al desvío señalizado a la derecha en dirección a El Puig. Un camino pedregoso y con fuerte pendiente, paralelo al río Rialb, que queda a la izquierda, conduce directamente al enclave.

Se ha identificado con Sant Andreu del Puig la parroquia seu alio Rialbo vinculada al Rialb Sobirà, que aparece en el acta de consagración de Santa Maria de la Seu d´Ugell, redactada seguramente a finales del siglo x. Más tardíamente, en el año 1033, el conde de Pallars devuelvió al obispo Ermengol unos bienes de los que se había apropiado indebidamente, entre ellos, parte de los diezmos de la parroquia de Sancto Andrea de ipso Puio. En un documento de empeño de 1115 se menciona otra vez el término de la parroquia de Rialb Sobirà, correspondiente a la del actual templo de Sant Martí de Terrassola, conocida en aquel período como Sant Martí de Tarabau y que tenía por sufragáneas la actual iglesia de Sant Jaume de Sant Cristòfol y Sant Andreu. La décima de 1279 indica que a pesar de ser una zona poblada, la economía de Sant Andreu era pobre, pues no consta que pagase nada. Actualmente tan sólo se oficia el culto una vez al año.

Las profundas transformaciones sufridas por este edificio en época moderna hacen que poco se haya conservado de la estructura original de la iglesia dedicada a san Andrés. Originalmente tenía una planta rectangular de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón, y una cabecera formada por un ábside. De todo ello el principal vestigio es el exterior del muro sur. Cuando el templo adquirió más poder jurisdiccional, se amplió por los lados norte y este, ante la imposibilidad de hacerlo por el sur a causa de encontrarse éste en el límite de un terraplén. La reforma consistió en la construcción de dos grandes capillas comunicadas con la nave, que implicaron la eliminación del primer tramo del muro septentrional, y la sustitución de la cabecera, formada por un ábside semicircular, por un profundo cuerpo de planta rectangular. La antigua fachada occidental fue remplazada por un campanario de época moderna y por una casa rectoral, que estuvo habitada hasta 1939 y cuyas ruinas todavía se pueden  contemplar. El único paramento exterior que conserva buena parte de su aspecto original es el meridional. Cuatro lesenas delimitan otros tantos entrepaños, aunque probablemente había una quinta en la parte más occidental que debió de ser eliminada con la construcción del campanario. Los entrepaños están coronados por sendos frisos de arquillos ciegos en número desigual, siete, más el arranque de un octavo, en el más occidental y tres en el resto. Culmina esta decoración a lo largo de toda la fachada dos frisos paralelos de dientes de sierra separados por una hilada de sillares sobre otra de finas losas. Uno de los arquillos del tramo de poniente ha sido sustituido por un óculo. Se observan algunas diferencias en la elaboración de los arquillos ciegos, sobre todo en las pequeñas ménsulas en las que se apoyan, las cuales están más modeladas en los tramos orientales. En los dos entrepaños centrales hay sendas ventanas en aspillera y otras tantas series de tres agujeros cuadrados, seguramente destinados a albergar las vigas de alguna construcción adosada. La puerta, que se abre en el tramo de poniente de este muro meridional, y que está formada por un sencillo arco de medio punto con dovelas de piedra toba, parece haber sufrido algún tipo de reforma, por lo que no se puede afirmar que es la original. Hay numerosos mechinales distribuidos por todo el paramento. En los restos del tramo occidental del muro norte hay vestigios que pueden llevar a pensar que tenía una estructura similar.

El interior del templo, que presenta una decoración neoclásica, ha sido tan transformado que poco es lo que se puede describir de su estructura románica. La antigua nave posiblemente estaba compartimentada por dos arcos fajones que aún son visibles en la techumbre. Seguramente el antiguo ábside iba precedido por un arco presbiterial, del que no queda rastro alguno.

Sant Andreu probablemente se construyó entre finales del siglo xi y principios del xii.

Texto: Nuria Font Marco - Fotos: Marc Santacreu Ortet/ Nuria Font Marco - Planos: Marc Santacreu Ortet

Bibliografía

Bach i Riu, A. y Gabriel i Forn, M., 2005, pp. 144-147; Bertran Roigé, P., 1979, II, pp. 314-315; Cataluya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 294-295; Rius i Serra, J., 1946, I, pp. 314-315.