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Sillar con escudo en el muro meridional

Identificador
49317_01_012
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 3' 54.44" , -6º 24' 22.05"
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Lanseros
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL de Lanseros se ubica en las afueras del pueblo, a unos 200 metros al este del núcleo habitado y rodeada de prados. Se trata de una iglesia de planta basilical y notables dimensiones, cuya nave única con deteriorada cubierta de madera se levanta en mampostería, frente a la sillería en la que se alza la espadaña y la cabecera cuadrada, que transformó recreciéndola a la primitiva a principios del siglo XVIII, según reza una inscripción, guarnecida por una cruz de Malta, en la ventana del testero: “AÑO 1712”. Conserva del edificio tard o rrománico los muros de su capilla y nave que, aunque recrecidos, mantienen la sencillísima portada meridional, abierta en el espesor del muro y compuesta de arco doblado netamente apuntado sobre jambas lisas con impostas achaflanadas. Protege la portada un moderno pórtico a un agua, sobre pilares circulares, y sobre ella, en el muro de la nave, campea un escudo heráldico. Prolongando la línea del paramento meridional de la nave se mantiene parte del muro de la primitiva cabecera, en sillería, con su hilera de canes hoy sin función al haberse renovado la capilla. Se trata de cinco sencillos canes, hoy sin función, con perfil de nacela y nacela con bastoncillos, abundando en este muro los sillares labrados a hacha. Sobre la ventana del muro meridional de la cabecera, junto a dos sillares decorados con una cruz de Malta y una venera, aparece una ilegible inscripción. En el muro norte de la nave, semienterrada por la colmatación de esta parte al haberse instalado aquí el antiguo cementerio, observamos una sencilla portadita adintelada con dos mochetas con perfil de nacela, así como los canzorros de una primitiva estructura porticada. Sobre el hastial occidental se alza una airosa espadaña, con dos troneras de chambranas decoradas con bolas, que nos parece una reconstrucción posterior. Se observa claramente en el aparejo de la capilla cómo ésta, aunque realzada en el siglo XVIII, mantiene el perímetro de la tardorrománica, que se cubría a dos aguas. Los restos conservados, caracterizados por su austeridad y falta de concesiones a lo decorativo, denotan una tardía cronología, probablemente ya bien entrado el siglo XIII.