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Secciones longitudinal y transversal

Identificador
34810_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 49' 17.72'' , -4º 16' 48.22''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa Juliana

Localidad
Corvio
Municipio
Aguilar de Campoo
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SANTA JULIANA DE CORVIO es un edificio de reducidas dimensiones, planta de nave única y cabecera cuadrada, cubiertas ambas por bóvedas de cañón apuntado. La portada se abre al sur, en un antecuerpo saliente cubierto con un tejadillo de losetas. En el cuerpo occidental, en el espacio ocupado interiormente por el coro alto de madera, se levanta una torre de planta cuadrada con acceso a través de husillo poligonal adosado albergando una escalera de caracol. Una estructura cuadrada con función de baptisterio avanza sobre los pies de la torre y una sacristía de planta trapezoidal fue adosada tardíamente al norte de la cabecera. Aunque todo el conjunto se levantó en sillería arenisca local, la lectura arqueológica de la planta y paramentos permite reconstruirla sucesión de campañas con cierta claridad. El único vestigio de la iglesia citada en 1226 por los documentos es la cabecera cuadrada, y su cronología entra ya de lleno en el siglo XIII, aunque conserva la tradición constructiva románica. Quizá la característica que mejor defina su fábrica sea la pobreza decorativa, visible tanto en los canes en nacela que sostienen la cornisa como en el arco de triunfo apuntado apoyado en pilares lisos simplemente recorridos, como el perímetro interno del ábside, por una imposta de nacela. La fuentes de iluminación, constituidas por el hoy cegado óculo del testero y la estrecha ventana abocinada del muro sur se muestran simplemente molduradas. Una reforma de la iglesia en época gótica tardía (probablemente avanzado el siglo XV) es la responsable de la actual nave y del baptisterio, reutilizando en su fábrica sillares del primitivo edificio. Las diferentes campañas se evidencian en la ruptura de hiladas entre cabecera y nave y sobre todo el descentramiento de la segunda en relación a la primera, visible tanto en planta como en el ajuste entre el último fajón de la nave y el triunfal del ábside. La nave se articula en dos tramos que reciben bóveda de cañón apuntado reforzada por tres fajones. Idéntica cubrición pero a menor altura presenta el baptisterio, en el cual se abre un vano adintelado con tracería gótica. La torre, de aspecto macizo, consta de dos pisos separados por una imposta, el inferior liso y el otro, que alberga el cuerpo de campanas, con cuatro vanos apuntados, dos al este y otros al norte y sur. El primitivo acceso a la torre era exterior y de él quedan trazas en el muro septentrional de la nave (rozas en los contrafuertes occidentales del muro y acceso cegado en el cuerpo inferior de la torre). En época imprecisa -posiblemente durante el siglo XVIII- se adosó el husillo poligonal cupulado visible en el ángulo suro ccidental del edificio, al que se accede desde el interior de la nave. Finalmente, en el siglo XIX se añadió al norte de la cabecera la sacristía de planta trapezoidal, dividida interiormente en dos espacios, uno de ellos con función de trastero. La escultura de la iglesia se concentra en la portada, apuntada y formada por cinco arquivoltas molduradas con boceles, los tres interiores afiletados, protegidas por chambrana de perfil de nacela que reposa en una pareja de ménsulas. Las arquivoltas apoyan en finas columnillas sobre basamento corrido cuyos sencillísimos capiteles se decoran con motivos vegetales sumariamente definidos (hojas de parra y otras rizadas) y dos de ellos reciben respectivamente una máscara monstruosa que engulle la columna y otra humana barbada, muy deteriorada. García Guinea ha puesto en relación el estilo de los capiteles con las portadas de Matamorisca, Sotillo de Boedo y Quintanilla de la Berzosa. El resto de la decoración se reduce a las molduras decoradas con bolas que ornan los vanos de la torre y la que corona el antecuerpo de la portada, las celosías góticas que decoran las ventanas del baptisterio y del coro, especialmente esta última. Dentro de este apartado incluiremos los abundantes grafitos y marcas lapidarias grabadas en los sillares exteriores del ábside (con predominio de cruciformes), nave y torre. De su estudio parece deducirse la reutilización de sillares de la primera campaña en la obra gótica. Dentro de los grafitos destacaremos los dos del testero del ábside (toscos escudos con ruedas de carro incisas) y el moderno grabado en la enjuta derecha de la portada formado por un triángulo y sobre él, en caracteres muy borrosos, la inscripción 19-5-48, que pudiera corresponder al momento del abujardado del interior del edificio.