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Santo

Identificador
33870_01_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 20' 7.55" , -6º 24' 54.06"
Idioma
Autor
Diego Martínez Fuenteseca
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Museo de Arte Sacro

Localidad
Tineo
Municipio
Tineo
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
EL TEMPLO DE SAN PEDRO está emplazado en el acceso al barrio de “Fondos de Villa” dentro del casco urbano de Tineo. Fue la antigua iglesia parroquial de la villa hasta que en 1880 esta función pasó a ser desempeñada por el templo conventual de San Francisco, que cambió entonces su advocación por la de San Pedro. Desde entonces la vieja iglesia parroquial queda relegada a capilla del cementerio, conservando también la antigua advocación. Para adecuarse a su nueva función, el templo vio cómo se le desproveía de una parte de su única nave rectangular. Fue remodelado en el siglo XIV, restaurado en el siglo XVIII, perdió su torre a comienzos del siglo XX y posteriormente se le dotó de una espadaña. La fundación del edificio pasa por ser muy antigua, pero sin datos fiables para situarla. Vigil lo califica como una obra románica, y del mismo modo se manifiesta Soledad Álvarez, que sitúa su construcción entre los siglos XIII y XIV, considerándolo una muestra retardataria del románico rural de la región y afectada por numerosas alteraciones. El templo se compone de una nave rectangular y un ábside de testero recto construidos con muros de mampostería reforzados por sillares en las esquinas. Primitivamente la nave poseía mayor tamaño y se le había añadido un pórtico cerrado a los pies, junto a la torre dispuesta en el lado derecho de la fachada. También existía en ese mismo lado una sacristía adosada a la nave en las proximidades de la capilla, que también fue demolida para ampliar el cementerio. La nueva portada de San Pedro es sencilla, con acceso mediante puerta de arco de medio punto, sobre la que se sitúan sendos vanos a dintel de pequeño tamaño. Remata el conjunto la espadaña de nueva fábrica. El transito entre la nave y la cabecera se efectúa mediante un arco de triunfo que descansa sobre dos impostas muy salientes, que se prolongan a lo largo del muro y se aprecian aún a lo largo del ábside. La nave se cubre con techumbre de madera y para el ábside se emplea la bóveda de cañón corrido, ligeramente apuntada. En este espacio se conserva un retablo barroco de mediados del siglo XVIII. Al exterior el ábside presenta dos saeteras superpuestas en el muro del testero y un óculo, abierto posteriormente, en el muro derecho, bajo el que existe otra saetera. En ese mismo paño también se abre una ventana de buena fábrica y forma cuadrada que proyecta su derrame al exterior, al contrario que las saeteras. Sobre todo el conjunto se halla el único canecillo trabajado con un motivo de difícil descripción. Se asemeja a una larva, quizás una semilla. Básicamente se trata de un elemento oval dotado de unas estrías que confluyen en su panza. El resto de canecillos que completan el perímetro exterior del alero del ábside son desornamentados y siguen el mismo modelo que los carentes de decoración del ábside del monasterio de Bárcena.