EL EDIFICIO se encuentra en el exterior de la población, a unos 200 metros al Este, en la carretera M-634 que une la localidad con Buitrago de Lozoya, concretamente en el punto kilométrico siete. Se trata de un templo canónicamente orientado, construido en fábrica mixta de mampostería y ladrillo en los ángulos, cornisas y recercado de vanos. Hoy muestra planta basilical de tres naves rematadas en testeros planos al exterior y curvos -modernos- al interior a los que se une cabecera articulada en recto presbiterio y ábside semicircular, cubiertos respectivamente por bóvedas de cañón y cuarto de esfera. Al igual que tantas otras parroquiales de la provincia sufrió grandes destrozos en la última guerra civil, tras la que se integró en los planes de la Dirección General de Regiones Devastadas para su rehabilitación, siendo poco menos que reconstruida según proyecto de Rodolfo García de Pablos firmado en 1946. De esa intervención proviene el cuerpo de naves -anteriormente formado por una sola, como se aprecia en la planta del IGN de 1879-, el porche añadido a mediodía, la sacristía, el remate de la espadaña y el remozado ábside. Éste, al exterior, muestra tres vanos rehechos de medio punto sobre cuyas claves corre una verdugada latericia, rematando el tambor en un friso de esquinillas bajo otro de ladrillos aplantillados en nacela. En el interior se conservaban hasta el último tercio del siglo pasado vestigios de pintura mural en la exedra que debían formar parte de una representación de la maiestas domini repitiendo la iconografía de las cabeceras de Torremocha, Valdilecha, Valdelaguna o Santorcaz. Su lugar hoy lo ocupa un pastiche del tema.