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Planta

Identificador
34191_01_004
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 57' 53.60'' , -4º 39' 7.23''
Idioma
Autor
Marta Escribano Fernández
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Pelayo

Localidad
Paradilla del Alcor
Municipio
Autilla del Pino
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SAN PELAYO es una construcción de pequeñas dimensiones, levantada íntegramente en piedra caliza propia de la zona. Mampuestos, en su mayoría menudos y con los ripios a la vista, componen los paramentos externos, en los que sólo se usaron toscos sillares para los refuerzos de las esquinas y en los estribos. La planta se compone de dos naves separadas por un muro en el que se abren tres arcos apuntados, uno de ellos cegado. De ellas, la meridional es más ancha y alta, presenta un trazado de tres tramos y ábside de testero plano. La nave septentrional consta de cuatro tramos, insinuados por las pilastras que recogen el empuje de la bóveda (aunque los contrafuertes exteriores no se corresponden con ellas) que rematan en un habitáculo cuadrangular, ados a do al ábside vecino y, por tanto, completamente fuera de la línea axial. Esta desviación, unida a la estrechez del arco de comunicación (apuntado y de buen despiece), hacen pensar en una función diferente a la absidal, quizás una capilla. Actualmente se usa como sacristía, siendo accesible desde el ábside, a través de una puerta abierta en el muro lateral de éste. Ambas van cubiertas con bóveda de cañón apuntado sobre fajones que descansan sobre ménsulas sin decoración, en la nave de la epístola, y sobre pilastras rectangulares lisas, en la del evangelio. En los dos casos, una sencilla línea de imposta recorre todo el perímetro marcando el arranque de las cubiertas. El interior resulta bastante oscuro, ya que sólo cinco pequeñas ventanas permiten la entrada de luz. De ellas, sólo merece mención especial la que perfora el muro septentrional formada por una estrecha aspillera cuyo arco aparece tallado en un solo bloque. La portada es la parte más noble del edificio. Se abre en el tramo central de la fachada sur, entre los contrafuertes y protegida por un pórtico de construcción posterior. Ligeramente abocinada, tiene dos arquivoltas apuntadas lisas y guardapolvo de nacela. Apean en una imposta corrida de arista achaflanada sobre jambas. La iglesia en conjunto es obra tardorrománica, datable en el siglo XIII. Sin embargo, la irregularidad de la planta, el grosor del muro medianero y la atropellada solución en la conexión de las naves parecen indicar que hubo dos fases constructivas. Primero se elevaría la nave meridional, concebida como templo exento (similar a la iglesia de Santiago Apóstol, en el cercano pueblo de Paredes de Monte). Una vez acabada se amplió hacia el norte con otra nave, sin tener en cuenta una coherencia estructural. Por otra parte, el aspecto descuidado de los paramentos, la pobreza de los materiales y el uso de un tipo de bóvedas ya superado, definen a la parroquial de Paradilla del Alcor como muestra prototípica de un románico rural apartado de los principales focos de irradiación del estilo. En el siglo XVI se edificó el portal y se cubrió la base del ábside con un zócalo de azulejos que fue parcialmente destruido al abrir la puerta hacia la sacristía. La espadaña y un pósito adosado al muro sur de la cabecera constituyen los últimos añadidos al edificio, en el siglo XVIII. La decoración escultórica se restringe a los canecillos que sujetan el alero en las fachadas septentrional y meridional, aunque la superposición del pórtico en esta última impide su visión. Los del lado norte son en su mayoría de nacela, pero también hay alguno figurado. Están toscamente tallados, con un relieve muy plano. Representan una cabeza masculina, un hombre de perfil sujetando una palma, una bola, una mujer en posición obscena, elementos vegetales, etc.