Identificador
34815_04_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 44' 41.39'' , -4º 17' 8.61''
Idioma
Autor
Oscar Escribano Bustamante
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Olleros de Pisuerga
Municipio
Aguilar de Campoo
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
A ORILLAS DEL PISUERGA, la iglesia de los Santos Justo y san Pastor se encuentra excavada en un promontorio de naturaleza arenisca orientado su lado vertical a poniente. Alrededor del templo y en la misma dirección sureste se extiende una necrópolis medieval que aún hoy en día se encuentra por excavar. Al final de dicha necrópolis se localiza el pueblo. En el mismo corte rocoso en que se excava la iglesia aparecen sepulturas antropomórficas, de bañera, trapezoidales y ovaladas, corre spondiendo en su mayor parte a adultos aunque no faltan las infantiles. Se trata de uno de tantos edículos rupestres como hay en la comarca, un tipo de edificación que constituye una sorpresa para el público en general y un fuerte problema para los investigadores. Estos testimonios tienen en el norte de la provincia de Palencia un amplio muestrario (Villarén de Valdivia, Cervera de Pisuerga, Cezura o Villacibio), así como en los alrededores de las vecinas Burgos y Cantabria. En planta el edificio presenta algunas irregularidades debidas a las exigencias de la excavación en el suelo rocoso, aunque sigue la tipología habitual de iglesia con cabecera de ábsides semicirculares y dos naves, separadas en este caso por cuatro soportes de los cuales, el que se encuentra a los pies de la iglesia, es un pilar cruciforme, siendo los otros tres columnas; la primera aparece desviada respecto al eje central que siguen las demás en dirección a la epístola. Hay que reseñar que la segunda y tercera columnas son añadidos posteriores, de tipo toscano, que se colocaron hacia el siglo XVIII, sustituyendo a los soportes originales, aunque todos tienen el protagonismo de aparentar sustentar un falso abovedamiento. La orientación también es atípica (sur-norte) forzada por las exigencias de la topografía. Los artífices de la iglesia intentaron imitar al máximo el volumen interno de una iglesia exenta dando a la bóveda forma de cañón apuntado. A cada una de las naves le corresponde un ábside en la cabecera, ligeramente desviados respecto al eje longitudinal del templo, ambos son de planta semicircular y culminados con un símil de cuarto de esfera irregular. En el costado de la epístola se abre, a la derecha de uno de los ábsides principales, una sala cuadrangular separada en dos tramos por un tabique moderno, ligeramente irregular y abovedada en cañón que arranca desde el suelo, con dirección norte-sur, cumpliendo actualmente la función de sacristía. Ésta tuvo puerta con arco peraltado, hoy colgada y macizada para convertirla en el actual vano rectilíneo, dato que parece otorgarle antigüedad. En el costado opuesto se abre una pequeña capilla de planta cuadrangular y cabecera semicircular, con un falso arco triunfal que articula el espacio interior. Adosado al muro izquierdo de la nave vemos un enterramiento antropomórfico bajo rudo arcosolio, siendo su datación imposible de confirmar sin un estudio completo de todo el conjunto. Por el suelo del recinto cuadrangular del lado de la epístola discurre un canal labrado en la roca que pudo recoger las filtraciones de agua y que al exterior parece haberse convertido en fuente, aunque no hay elementos de juicio como para pensar en un canal de desagüe de un baptisterio; recuerda idéntico sistema observado en las iglesias rupestres yuxtapuestas del altiplano de Acre en Sicilia. Por último en el mismo muro del evangelio, en el tercer tramo de la nave, se abre un habitáculo posmedieval de planta cuadrangular destinado a albergar la pila bautismal. La parca decoración escultórica de la ermita se centra en los capiteles dobles, toscos, de indudable factura tardorrománica labrados in situ que se encuentran en el tramo del coro actual. La portada de acceso está datada epigráficamente en 1753. Desde el exterior se otea, pegada al pequeño altozano en que se encuentra excavado el templo, una pequeña espadaña moderna de una sola abertura de medio punto sin ningún tipo de decoración. Las fases constructivas de la ermita son difíciles de determinar sin un estudio exhaustivo. El único elemento que puede servirnos de guía es el enterramiento antropomórfico que encontramos en el interior de la capilla del evangelio. Según Monreal Jimeno las tumbas antropomórficas parecen orientarnos hacia los siglos IX-X pero no fechan el templo, que podría ser anterior. A pesar del aspecto que ofrece actualmente el edificio, varias reformas han desvirtuado el carácter pre rrománico de la obra hasta el punto que podemos dudar sobre el carácter de su estructura inicial. Monreal expone argumentos a favor y en contra de la posible orientación que tuvo en época prerrománica, señalando una dirección probable (oeste-este); frente a la puerta actual debiera encontrarse el presbiterio, por lo tanto apuesta por un cambio de orientación de la iglesia como ocurrió en Santa María de Valverde, buscándose unos espacios más desahogados y luminosos para la cabecera. Partiendo de este dato y dando como cierto que los enterramientos de este tipo dejaron de realizarse en los siglos XI-XII podemos entrever que la fábrica de la iglesia fue anterior. Podemos suponer en consecuencia que el templo fue excavado en época altomedieval -no sabemos si con la misma orientación-, en un espacio de tiempo indeterminado que puede llegar a comprender desde el siglo IX hasta el XII, siendo a fines de este siglo o inicios del XIII cuando tiene lugar la ampliación del eremitorio rupestre que se aprecia en los dos tramos finales de las naves, donde se advierte bien la mímesis de soportes con dobles columnas claramente tardorrománicos.