Santa Eugènia de Saus
Saus, Camallera i Llampaies
Los pueblos de Saus, Camallera y Llampaies constituyen tres núcleos urbanos diferenciados pero dependientes de un único ayuntamiento, físicamente situado en Camallera. De todos modos, sus respectivas historias han transcurrido de manera separada, y en época medieval, cada uno de ellos poseía su parroquia y sus jurisdicciones diferenciadas; en este sentido, mientras que Saus y Camallera pertenecían al condado de Empúries, Llampaies pertenecía al de Girona Los tres pueblos están ubicados entre los cursos de los ríos Ter y Fluvià, al Sur de la comarca del Alt Empordà, a unos 20 km de la capital, Figueres. La carretera local GIV-623, que conecta con la cercana autopista AP-7, discurre al lado de todos ellos.
El pueblo de Camallera es el que conserva más documentación de época medieval. La noticia más antigua es referida en la Crónica Universal del Principado de Cataluña de Jeroni Pujades (siglo xviii), donde se menciona, en el año 945, el alodio de la Font de Camallera como donación del conde del Gaufred del Rosellón al monasterio de Sant Pere de Rodes; el documento, sin embargo, no aparece transcrito ni se conserva en la actualidad. Parece seguro que el monasterio rodense mantuvo hasta tarde sus posesiones en Camallera, y está también confirmada la relación del lugar con la familia condal rosellonesa, pues consta la población como albergue del conde Gausfred III en los años 1154 y 1164. En el siglo xiii, informa de nuevo Pujades, el derecho de albergue pasó a Sant Pere de Rodes por donación del conde Ponç IV de Empúries, en 1244 o 1246. Aunque sin confirmación de fecha, Pujades afirma también que el pavorde de Camallera formaba parte de la comunidad rodense. En 1250, el noble local Bernat d’Aiguaviva, señor de los vecinos castillos de Sant Morí i Vilaür, concedió al camarero de Sant Pere de Rodes y al abad de Sant Miquel de Fluvià derechos de pesca y aprovechamiento del agua del estanque de Camallera –actualmente desecado.
Con respecto a Llampaies, la documentación más antigua que se conserva está en la bula papal de Benedicto VIII de 1017, donde aparece el lugar de Lampage como posesión del monasterio de Sant Esteve de Banyoles. A comienzos del siglo xii, concretamente en el año 1100, el testamento de un personaje llamado P. Bligario lega diversos alodios a la canónica de Girona, entre ellos uno que se situaba en Llampaies.
Por último, en el caso del pueblo de Saus, a pesar de que antiguamente fue el núcleo urbano principal de la zona, no se conserva documento alguno que haga referencia al pueblo; sólo han perdurado los referentes a su iglesia.
Iglesia de Santa Eugènia de Saus
El pequeño pueblo de Saus se extiende en la falda del cerro donde se ubica la iglesia fortificada de Santa Eugenia. Para acceder al templo se debe tomar la carretera GIV-623 desde Orriols. Una vez se toma la salida hacia Saus, a unos 0,3 km, ya se vislumbra el imponente edificio.
Los primeros documentos referentes a la església datan sólo de la época bajomedieval. El más antiguo de ellos, fechado en 1257, se encuentra en una lápida encastada en un nicho situado en su fachada principal. Más tarde, en las Rationes Decimarum de 1279 y 1280 se cita como Ecclesiam Parrochialis de Salibus, la misma categoría que ostenta en un documento de 1316 por el que el conde Ponç Hug V Malgaulí de Empúries redime el impuesto de bovaje en el pueblo.
Santa Eugènia de Saus debió era en origen una sencilla iglesia de nave única, cubierta por una bóveda ligeramente apuntada que arranca de una línea de imposta que voltea todo el interior de la fábrica. Un ábside semicircular se sitúa en el costado oriental, cubierto con la habitual bóveda de cuarto de esfera. En época gótica, siglo xiv o xv, el edificio fue objeto de notables reformas, que le añadieron cuatro capillas laterales y un coro elevado que sustenta una bóveda de crucería. La actual sacristía, que comunica directamente con el ábside por la parte septentrional, fue construida ya en el siglo xvii.
La iglesia está iluminada por dos ventanas de derrame simple, una situada en la capilla lateral del muro sur y otra en la fachada occidental, que debe corresponder a la obra románica primitiva. También se conserva la portada original, una modesta estructura formada por dos arquivoltas en degradación; una pequeña moldura enmarca la arquivolta superior y conecta luego con la línea de imposta que corona las jambas laterales y separa el tímpano, liso y adovelado, del moderno dintel. La estructura, modesta pero efectiva, es una fórmula habitual en la zona, pues se repite en iglesias cercanas como Sant Andreu de Serinyà.
La fachada occidental estaba en origen rematada por un campanario de espadaña doble. Aunque la estructura se conserva, quedó integrada en la prolongación vertical de los muros alzada en las mencionadas reformas de época gótica, que fortificaron el edificio y le cambiaron de manera sustancial el aspecto exterior.
El aparejo utilizado en la fábrica primitiva es a base de sillares de tamaño medio, bien tallados y muy regulares. Corresponde, sin duda, a una obra madura dentro del románico, que debe situarse entre mediados de siglo xii e inicios del xiii. Es evidente el cambio de paramento con respecto a las estructuras superiores góticas de fortificación, formadas por un aglomerado de materiales pétreos sin trabajar unidos con mortero muy abundante. Una fina línea de imposta, además, separa las dos fases constructivas en los muros laterales y en el ábside.
Texto y fotos: Lorena García Morato
Bibliografía
Badia i Homs, J., 1977-1981, II-B, pp. 311-314; Casas i Genover, J. y Soler Fusté, V., 2009, pp. 25-33; Catalunya Románica, 1984-1998, IX, pp. 832-833.