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Detalle del pie de la pila bautismal

Identificador
31486_01_044
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 50' 23.65'' , -1º 33' 57.13''
Idioma
Autor
Luisa Orbe Jaurrieta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Esteban

Localidad
Alzuza
Municipio
Egüés
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
CONSTRUIDA SOBRE UN FUERTE DESNIVEL y en la parte alta del pueblo, responde al tipo de parroquia del románico rural acorde con la versión de esta zona de la Cuenca, como constata su parecido con la cercana de Olloqui. Al igual que todas las iglesias contemporáneas del área, su exterior se distingue por su bloque prismático y cerrado, que en esta ocasión se ve algo distorsionado al habérsele añadido la sacristía detrás de la cabecera. A los pies, y ocupando toda la superficie del último tramo, se levanta la torre, también prismática, con huecos de medio punto abiertos al este y al sur para las campanas, en tanto que en el norte vemos dos finas aspilleras. Su fábrica, bastante pobre, se construyó con sillarejo. El muro norte, completamente ciego, no presenta contrafuertes y en él se proyecta la capilla abierta en época posmedieval en el lado del evangelio. La cabecera recta queda en buena parte oculta por la sacristía, cuya fábrica altera las proporciones volumétricas del conjunto. El muro sur está reforzado por dos contrafuertes, uno entre la cabecera y el tramo contiguo (1,32 m de profundidad y 0,97 de frente) y el segundo en el ángulo de la torre. En el paramento inmediato a la cabecera se abre una ventana de medio punto con doble abocinamiento. En la cornisa de esta vertiente se conservan algunos canes lisos, mientras que los de la cabecera y el lado norte han desaparecido. Como es usual en este grupo de iglesias, la portada se abre en el tramo anterior a los pies del muro meridional y, como también es habitual, queda en resalte, aunque en esta ocasión éste se aprovecha para construir un cubierto abovedado que le sirve de protección. Mide 1,15 m de vano, 1,36 de resalte y 2,94 de ancho. Su formato responde al tipo más sencillo de portada de arco de medio punto con chambrana y tres arquivoltas de platabanda que apean en pies derechos, con cimacio liso. Carece de cualquier elemento decorativo. El cerco que delimita el lado sur, también de piedra, se levantó en el siglo XVI, como indica el dovelaje del acceso. El interior, de nave única (14,63 m x 6,23 m) distribuida en tres tramos más la cabecera recta, responde al tipo de estas pequeñas iglesias rurales. En origen este limitado espacio se cubría con bóveda de medio cañón, que en época barroca se reconstruyó de acuerdo al mismo tipo pero conservando las ménsulas primitivas en las que apoyan los fajones. La imposta lisa que pudo recorrer todo el perímetro sólo se mantiene en los dos últimos tramos de la nave. Siglos más tarde se abrieron la capilla del lado norte y la sacristía, tras la cabecera. En el muro norte, y enfrentada a la puerta principal, se encuentra otra pequeña de medio punto por la que se accede a la escalera del coro y torre, igualmente posmedievales. La iluminación del interior se consigue mediante la citada ventana románica de medio punto, horadada en el muro sur del presbiterio, y otra pequeña dintelada en el coro. En la capilla se encuentra la pila bautismal, que forma parte de un grupo muy extendido en Navarra, caracterizado por la combinación de una subcopa estriada y una copa gallonada con adornos cónicos intermedios; el paso de un motivo al otro está marcado por una orla festoneada. Descansa sobre un pie prismático con finas columnas. Resulta muy semejante a la de Olloqui. Conforme a la estética del último gótico, se embutió un sagrario pétreo en el muro testero. Este tipo de iglesias rurales resulta de difícil datación debido a la falta de elementos ornamentales y de formas definitorias, salvo la presencia de la ventana con doble abocinamiento, solución más habitual en los primeros años del siglo XIII. Por dicha razón se puede afirmar que su construcción tuvo lugar entre finales del siglo XII y las primeras décadas del siguiente, empleando ya el lenguaje del último románico.