LA IGLESIA SE ENCUENTRA en el centro de la población, rodeada de calles, ocupando una cota ligeramente más alta que las casas que la circundan. El edificio, construido según la tradición de la zona a base de mampostería de pizarra, es fundamentalmente una obra posmedieval, aunque en el muro norte de la nave y próxima a la esquina occidental se halla una portada que llama nuestra atención. Este acceso, que en la actualidad está cegado y semirrevocado, es de sillería arenisca y se dispone a ras de muro, compuesto por un arco de medio punto apoyando en jambas rematadas en impostas de nacela. Por su estado actual no sabemos si puede presentar arco doblado, una característica típicamente románica, aunque las impostas de nacela y la presencia de una marca de cantero en forma de cruz en su jamba derecha nos dan pie para llevarlo a aquel período artístico, eso sí, con cierta prevención. Su integración en el muro en el que se halla parece perfecta, lo cual nos hace pensar en que ese paramento sería de la misma cronología o bien que la portada fue reutilizada y remontada en el momento en que se reconstruyó la iglesia. Sea una u otra posibilidad, nos hallamos en todo caso ante un acceso secundario, similar, por ejemplo, al que se halla en la cercana iglesia de Corporales, éste de cronología inequívocamente románica.