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Detalle del interior

Identificador
09227_02_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 18' 2.74'' , - 3º 59' 8.06''
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Santa Centola

Localidad
Iglesias
Municipio
Iglesias
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SE HALLA EN LO MÁS ALTO de un cerro situado al nordeste de la población, desde el que se divisa una amplia panorámica que abarca desde la Montaña Palentina hasta la Sierra de la Demanda. En la actualidad el culto se reduce al día de San Isidro, cuando las gentes del pueblo suben con el santo en procesión hasta la ermita para celebrar allí la misa, y otro día de finales de agosto o principios de septiembre, como “acción de gracias”. La ermita tiene una sola nave de construcción posterior, diferenciada claramente del ábside cuadrangular románico, todo él realizado en una sillería de piedra caliza porosa, muy abundante por la zona y de regular factura. Jalonan los muros de la cabecera cuatro contrafuertes de mediana altura, dos hacia la mitad del muro y otros dos marcando la separación con la nave. Del testero sólo cabe destacar la cornisa decorada en alguna de sus piezas con una sucesión de rombos de tosca ejecución. La misma cornisa se prolonga por el muro septentrional de la cabecera, en este caso sin canecillos y alternando la decoración geométrica con tacos, bolas, círculos, etc. En el lado sur se abre una ventana formada por un arco de medio punto decorado con molduras de bocel. La cornisa de este muro presenta unas extrañas formas semicirculares de aspecto más bien tosco. Los canecillos que la soportan se decoran con rollos, círculos, una especie de grueso racimo con seis bolas dispuestas simétricamente, una sencilla cruz latina, cabezas de animales de complicada identificación y dos personajes cargando con sendos barriles a sus espaldas. En el interior, la nave moderna se cubre con techumbre de cielo raso, mientras que la cabecera románica lo hace con una bóveda de cañón que arranca de una imposta corrida adornada con bolas en el lado del evangelio y tacos con líneas zigzagueantes en el de la epístola. En el testero se dispone un arcosolio que alberga las tallas góticas del Cristo de los Buenos Temporales y de Santa Centola. Separando ambos espacios hay un arco triunfal de medio punto doblado que descansa sobre una pareja de columnas adosadas coronadas por capiteles de sencilla traza que se decoran con piñas y rombos incisos. Por los restos conservados parece tratarse de una construcción muy popular que bien pudo levantarse en las postrimerías del siglo XII.