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Detalle del crismón del timpano

Identificador
31472_01_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 42' 50.70'' , -1º 28' 28.31''
Idioma
Autor
Alberto Aceldegui Apesteguía
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Candela

Localidad
Alzórriz
Municipio
Unciti
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
EN 1145 EL REY DE PAMPLONA, García Ramírez IV el Restaurador, donó la iglesia de Alzórriz al obispo de Pamplona, Lope de Artajona. Según algunos autores, el citado edificio había sido consagrado el 21 de septiembre de ese mismo año por el obispo Pedro Ximénez de Gazólaz. Tal afirmación está basada en un claro error, puesto que si bien es cierto que la iglesia donada fue la románica y que efectivamente se consagró el día y mes citado, esta consagración no hace referencia a la misma iglesia. Pedro Ximénez de Gazólaz fue obispo de Pamplona entre 1242 y 1266, luego difícilmente pudo estar presente en 1145 para asistir a donación o consagración alguna. La citada consagración tuvo lugar en el mismo lugar, pero cien años más tarde, en 1245, y no creemos que en esa fecha se consagrara el templo románico sino, tal vez, el inicio de las obras del nuevo templo gótico, concluido en el siglo XIV, que vemos hoy en la localidad. Aclarado este entuerto, debemos decir que el edificio que ha llegado a nuestros días presenta en su casi totalidad fábrica gótica. Únicamente constatamos la presencia de un elemento, aunque llamativo, de la primitiva edificación románica. Encima de la actual portada nos encontramos empotrado, a modo de ornamento, el que suponemos fue el primitivo tímpano de la portada de la iglesia románica. Se trata de una pieza semicircular, de más o menos metro y medio de largo, que presenta en su interior un crismón trinitario rodeado de dos círculos en cuyo interior se despliegan cintas entrelazadas conformando diseños geométricos. Todo el tímpano está enmarcado por una cenefa que presenta una sencilla decoración a primera vista formada por una cinta ondulada, pero en realidad constituida por un roleo de curvas abiertas del que parten los habituales trifolios. Por dentro de la cenefa corre una segunda moldura decorativa simulando un simple sogueado. El crismón trinitario, situado en el centro del tímpano, se asemeja a una rueda, los seis brazos de los travesaños se ensanchan al acercarse al anillo exterior, menos el palo de la rho que se abre de manera horquillada. El seno de dicha letra encierra una forma floreada. La omega aparece cerrada en la parte alta, mientras que la sigma se apoya en una forma redondeada, antes de concluir el travesaño también horquillado. El centro mismo del crismón presenta un círculo entrelazado con todos los travesaños. Todas las letras nos recuerdan a mayúsculas empleadas en documentos navarros del siglo XII. A los lados del crismón apreciamos, a la izquierda del observador, la combinación de un círculo y dos formas biojivales giradas que encierran una roseta de cuatro pétalos. En el lado derecho, el entrelazo está conformado por seis entrecruzamientos biojivales que dibujan en el centro un hexágono curvilíneo irregular. Hasta el momento no se ha ofrecido una explicación satisfactoria para estos diseños geométricos constituidos por entrelazos que a veces flanquean los crismones. Cabe observar que algunos de los más hermosos y complejos aparecen en iglesias de localidades vinculadas de un modo u otro en época románica, como Alzórriz, a la orden de San Juan de Jerusalén (véanse los de Leache, por ejemplo).