Identificador
40315_03_077
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 12' 25.85'' , -3º 44' 5.68''
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Castroserna de Abajo
Municipio
Castroserna de Abajo
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA SE ENCLAVA en un altozano a la entrada del pueblo viniendo desde Prádena conociéndose esta parte del pueblo como “barrio de la iglesia”. Para acceder al templo debemos superar unas empinadas escaleras que dan paso a un espacio que rodean al templo perfectamente delimitado por un muro en el que encontramos varias cruces de calvario, algunas de nueva factura pero otras muchas con inscripciones de donación fechadas en el siglo XVIII. Exteriormente la iglesia presenta unos sencillos volúmenes conformados por una cabecera rectangular, una nave, restos de un primitivo pórtico que se han convertido en un porche que protege la entrada y una sacristía adosada a la altura de la cabecera en el lado norte. El edificio se construye con mampostería enfoscada en su mayor parte a excepción de los restos del pórtico y las portadas del templo que se realizan en sillería. Muy probablemente sufrió una profunda reforma a finales del siglo XVIII, que afectaría a la cabecera pero sobre todo al muro meridional y quizá también fue en este momento cuando se construyó la sacristía. Existe una pequeña inscripción en el dintel de la ventana del muro meridional de la nave en la cual se fechan las obras en 1799. Por otro lado el muro occidental también parece haber sido modificado empleándose mampostería diferente a la del resto del edificio y carece de enfoscado. Sobre este muro se construye una espadaña con dos troneras para albergar las campañas y un remate de piñón. En este mismo muro en la parte baja encontramos dos portadas cegadas: una en el centro de la nave de arco de medio punto y otra puerta adintelada situada a la altura del porche y que creemos era utilizada para acceder desde el exterior a una pequeña estancia que se habilitó como almacén y que ahora alberga la pila bautismal. En el muro norte encontramos los restos del primitivo pórtico que tuvo la iglesia con cinco arquerías de medio punto cegadas en las que todavía son visibles algunos cimacios con decoración de rombos. Por la parte interna dos de estos cinco arcos han desaparecido completamente pero los otros tres aún se conservan formando parte del porche actual que tiene el templo. Son arcos de medio punto con chambrana de rombos recogidos por columnas de fustes monolíticos sobre basas con grueso toro inferior y plinto decorado con una fila de puntas de clavo y bolas en las esquinas. Los capiteles y cimacios que coronan las columnas llevan una decoración vegetal a base de hojas de acanto o tallos entrelazados que vuelven sus puntas en forma de espiral. El acceso que el pórtico tenía por su lado este quedó también cegado y se aprovechó para adosar aquí la sacristía actual del edificio. Curiosamente en la visita pastoral de 1446 y 1447 el inspector diocesano ordena la limpieza del portal de la iglesia a los que “lo avían ensusiado con sus ganados”. La puerta principal de la iglesia se abre en el lado norte protegida por el porche como ya hemos señalado. Está formada por un arco de medio punto y dos arquivoltas lisas, sin decoración. La arquivolta exterior apoya en jambas prismáticas mientras que la interior lo hace en pequeñas columnas monolíticas que llevan capiteles decorados con temas animalísticos y mitológicos: por un lado se representa una pareja de cuadrúpedos que se sostienen sobre los cuartos traseros y permanecen unidos por el pecho girando cada uno de ellos la cabeza hacia un lado. El otro capitel tiene esculpido dos parejas de grifos, una en cada lateral, con las colas entrelazadas y la cabeza girada picoteando la punta de sus alas. La portada se completa con una línea de imposta a la altura del cimacio formada por estrellas de cuatro puntas dentro de círculos. Interiormente la iglesia presenta un esquema sencillo con una cabecera rectangular, presidida por un retablo barroco dedicado a San Miguel, nave cubierta con cielo raso, coro a los pies, sacristía y baptisterio. El paso de la nave hacia la cabecera se hace a través de un arco triunfal de medio punto doblado sobre columnas con capiteles en los que se representan, en el lado de la epístola una pareja de aves y otra de cuadrúpedos, quizá leones, con cimacio de hojas cuatripétalas inscritas en círculos y en el lado del evangelio dos filas de hojas superpuestas con forma de ganchillo y nervios paralelos coronados por un cimacio con decoración de rombos; en la cara del capitel que mira hacia el altar y debajo de la fila de hojas se advierten muy someramente las formas de un cuadrúpedo. En el interior de la cabecera destacamos el presbiterio en el que se pueden ver a ambos lados tres arcos de medio punto lisos apoyando en pequeñas columnas y capiteles. La decoración existente en estos capiteles varía representándose por ejemplo cuatro aves toscamente labradas, dos hojas en las esquinas con un rostro con forma ovalada en el centro, de nuevo dos hojas esquemáticas animadas por crochets en las esquinas y un rostro ovalado similar al anterior entre ellas, o un capitel también de temática vegetal con dos filas de hojas puntiagudas labradas burdamente. La ornamentación de los cimacios se alterna empleándose o bien flores cuatripétalas encerradas en círculos o la decoración a base de rombos que ya hemos visto en otras partes del templo. La decoración del templo se completa con una línea de imposta que recorre los muros del presbiterio justo por encima de los arcos y que está formada por pequeñas flores dentro de círculos, predominando sobre todo las de cuatro pétalos. En general las formas decorativas presentes en la iglesia nos remiten a un románico rural tardío probablemente de finales del siglo XII o, más seguramente, principios del siglo XIII.