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Basa izquierda de la portada

Identificador
33492_01_006
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan

Localidad
Pervera
Municipio
Carreño
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA PRIMERA REFERENCIA DOCUMENTAL que se conserva Pervera aparece en el Libro de los Testamentos. Entre las donaciones efectuadas por el rey Alfonso III y la reina Jimena a San Salvador de Oviedo en el año 905 se cita In Obonio ecclesiam Sancti Iohannis de Preuera. En esta misma donación también aparecen mencionadas otras iglesias del concejo de Carreño, como la de Piedeloro (Pinierolas ecclesiam Sancte Marie). Esta identificación de Piedeloro no es completamente fiable, pero, en lo que se refiere a aspectos estilísticos, veremos que Piedeloro y Pervera presentan una innegable relación. Tampoco la de Pervera es una referencia segura: Fernández Conde considera falso este documento y lo considera como una más de las interpolaciones debidas al obispo Pelayo. También manifiesta sus dudas sobre la autenticidad de un inventario de bienes de la iglesia de Oviedo fechado en el siglo XII, inventario en el que vuelve a hacerse mención al lugar de Pervera y que se encuentra asimismo incluido en el Libro de los Testamentos. Tampoco conservamos ningún testimonio material que permita hablar de una posible edificación en la época de la monarquía asturiana. En uno de los contrafuertes de la cabecera hay un sillar en el que, a pesar de su grave deterioro por erosión, puede apreciarse, tallada en altorrelieve, una cruz de brazos iguales; pero su forma no es suficiente para adscribirla a la etapa prerrománica. En su momento, también se especuló con la posibilidad de que San Juan de Pervera se correspondiera con el emplazamiento original del monasterio de San Juan de Aboño, del que no se han conservado vestigios materiales. Según Canella, San Juan de Aboño, uno de los “cuatro monasterios dúplices” del concejo en aquel entonces (junto a Santa María de Logrezana, San Martín del Monte y San Salvador de Perlora), fue donado por la reina Velasquita en el año 1006 a la iglesia mayor de Oviedo, volviendo a la corona posteriormente. En 1053, Fernando I y Sancha lo ofrecieron en donación a San Pelayo de Oviedo, donación confirmada en 1058 por doña Sancha, hermana del rey Alfonso VII. A finales del siglo XVIII, Jovellanos y otros autores recorrieron la zona “y hallaron cimientos del monasterio, acueductos, grandes ladrillos y otros restos”. Cuando Canella hace referencia a estos datos ya no se conservan ninguno de estos restos. En cualquier caso, la comparación de las referencias escritas de Aboño con las características de los elementos románicos existentes en Pervera, no permiten hacer la identificación anteriormente propuesta. En cambio, la iglesia de San Juan de Pervera sí puede ponerse en relación con otros ejemplos próximos del románico rural. Actualmente, el aspecto externo de la iglesia no hace pensar en la existencia de elementos románicos. Se trata de una iglesia de pequeñas dimensiones, de nave única y cabecera, al menos actualmente, de testero recto. En el edificio son apreciables varias etapas constructivas y reformas. Lo único conservado de época bajomedieval es la portada occidental, que se encuentra enmascarada por un pórtico moderno. Se trata de una portada de aspecto sencillo y que incluso presenta algunos desajustes estructurales, pues la jamba derecha se ladea hacia el exterior como resultado del peso que soporta. Esta portada se articula por medio de dos arquivoltas de forma apuntada y completamente desornamentadas. Las arquivoltas van protegidas por un guardapolvo, también sin decorar. Sólo la primera arquivolta, es decir, la exterior, apea sobre columnas. Los fustes de las columnas son lisos, y se calzan con sendas basas elevadas sobre plinto. Las basas presentan restos de un ornato en su frente, quizá un motivo vegetal o una garra animal, no es posible precisarlo debido a la fuerte erosión a la que se vio sometida hasta la construcción del pórtico. Ambas columnas, de fustes monolíticos de cortas dimensiones, se coronan con capiteles decorados según un motivo vegetal, de aspecto muy esquematizado, conocido en la zona: largos tallos rematados en volutas espirales. Esta misma imagen aparece tallada en los capiteles de la portada sur de Santa María de Piedeloro (Carreño) y en los de la única portada de Santa María de Leorio (Gijón). No acaban aquí las coincidencias estilísticas, pues las impostas también presentan temas geométricos presentes en Piedeloro. La imposta izquierda de Pervera se decora con una sucesión de rombos en cuyo interior se han tallado en bisel diversos motivos geométricos, dispuestos siempre de forma simétrica; entre los rombos, ejerciendo de separación, se disponen finas aspas cuadriculadas. Es decir, el mismo motivo que en la imposta del lado izquierdo de la ya mencionada portada sur de Piedeloro. Una decoración de similar aspecto la encontramos también en la imposta izquierda de Santa María de Leorio. En cuanto a la imposta derecha de San Juan de Pervera, presenta un conjunto de líneas ondulantes, de diámetro amplio y dispuestas de forma concéntrica, que podrían considerarse referencias estilizadas a las aguas marinas. Este motivo sólo aparece en Piedeloro, sobre dos de los capiteles de la jamba izquierda de la portada occidental. Las relaciones estilísticas entre las iglesias de Piedeloro, Leorio y Pervera son evidentes. Analizando detalladamente cada una de ellas, puede observarse que la decoración de Piedeloro presenta una talla más redondeada, de perfiles más suaves, por lo que podría hablarse de un pequeño taller artesanal, cuyo centro sería precisamente Piedeloro, que difunde su pequeño repertorio ornamental en un área de influencia reducida.