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Vista del recinto hospitalario desde el este

Identificador
31639_01_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 59' 6.84'' , -1º 28' 0.17''
Idioma
Autor
Julia Baldó Alcoz
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Antiguo monasterio de Santa María

Localidad
Cilveti / Zilbeti
Municipio
Erro
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
EL COMPLEJO MONÁSTICO estuvo abierto al culto y habitado por una comunidad monástica hasta el siglo XVIII, aunque a finales del siglo XIX ya había pasado a manos particulares y se le daba un uso como establo (planta baja) y vivienda (primera planta). Actualmente sigue siendo de propiedad particular. Está emplazado en una loma dominando la población. A él se puede llegar a través de un sendero de cemento que asciende desde el caserío junto a la parroquia. Está formado por dos construcciones anexas dispuestas en forma de L: la iglesia propiamente dicha, que actualmente es utilizada como almacén y establo, y un edificio perpendicular, donde se establecieron las dependencias del hospital y la hospedería -casa-mesón según Urtasun- y que hoy en día está destinado a los mismos usos que el templo. La iglesia se presenta al exterior como un edificio de sillar de mediano tamaño en su parte baja, que alterna con bloques de menores dimensiones y sillarejo en otras zonas del lienzo. De este modo, los diferentes muros, aunque de forma especial el meridional, el oriental y el occidental, presentan retoques y añadidos a la fábrica original, evidenciando las reformas que la construcción ha sufrido a lo largo de los siglos. El muro este no presenta ninguna ventana primitiva, como tampoco el norte. Mientras que en el de poniente sí se puede observar una saetera, justo en su centro y bajo una espadaña cuya traza apenas se distingue del resto de pared, ya que sus huecos para campanas han sido cegados con sillarejo. Además, en ambos se observa, con más claridad que en el resto, un recrecimiento superior del lienzo. El muro sur reviste más interés. En la parte alta se observa, solitaria, una ménsula lisa de piedra en la línea de recrecimiento del muro, vestigio de una estructura desaparecida. A continuación, hacia el oriente, y asomando su parte superior por encima del primer nivel del muro, se inserta un óculo de seis lóbulos (óculos en posiciones semejantes también existen en Aberin y Esáin). Todo ello podría indicar que, cuando se alzó la totalidad del edificio, todavía no habría sido labrado el óculo, puesto que su parte alta sobresale de la supuesta estructura revelada por la ménsula. Así pues, quizá haya que pensar en que el rosetón pudo ser añadido con posterioridad al proyecto primigenio, con el objeto de aportar más luminosidad al edificio primitivo, escasamente iluminado por dos estrechas aspilleras: la ya comentada al Oeste y otra en el área inferior sudoriental, cerca de la cabecera. Por lo tanto, no fue insertado (como tampoco la portada de la que se hablará a continuación) en el edificio modernamente, como algún autor ha indicado explicando además que ambos, portada y rosetón, provendrían de la antigua iglesia románica de la localidad que fue sustituida en 1896 por la iglesia actual. En su lado suroeste se abre la portada de ingreso (3,80 m de frente y 2,10 de vano), abocinada, formada por dos arquivoltas de medio punto ornamentadas con puntas de diamante y con boceles flanqueados por mediacañas que se adornan mediante bolas. Ambas arquivoltas quedan separadas por una media caña interior lisa y están rematadas en su parte externa por una chambrana labrada con taqueado jaqués. Apean en sendos cimacios lisos que descansan sobre pies derechos. En su parte interior no se conserva tímpano, sino que el hueco correspondiente ha sido rellenado con mampostería. La distribución de motivos de esta puerta recuerda a la de la cillería de la catedral de Pamplona, muy anterior, donde sólo hay una arquivolta en bocel liso, pero también se ornamenta la correspondiente mediacaña y la chambrana exterior se presenta taqueada. El interior se abre en un único espacio rectangular (15,70 m de largura por 6,20 de anchura) que está dividido en tres alturas, exhibiendo las superiores muros con enlucido de diferentes características. El interior está compartimentado en pisos mediante estructura de madera sobre pilares pétreos que no describiremos, puesto que no se corresponde con la original. En los muros meridional y occidental (de 1,02 m de grosor) se abren sendas saeteras, como ya se ha indicado. No se aprecian otras ventanas ni en el muro testero ni en el resto, tampoco posibles vestigios de arranques de arcos. La cubierta es nueva sobre un recrecimiento. En los muros norte y sur se observan mechinales correspondientes a una cubierta anterior, más baja, también de madera. La espadaña se distingue con más claridad por dentro que al exterior. En conjunto su fisonomía recuerda a otros establecimientos hospitalarios medievales, como el edificio de Itzandegia en Roncesvalles, el hospital de Velate o el de Larrasoaña, si bien en todos estos últimos se hacen presentes los contrafuertes al exterior y las cubiertas de madera sobre arcos. Los motivos de la portada resultan propios de comienzos del siglo XIII, y el óculo lobulado será frecuente en el segundo tercio de dicha centuria, aunque su modelo más inmediato estaría en los rosetones del triforio de Roncesvalles, de la segunda década del siglo (los lóbulos de la colegiata son apuntados). El edificio anexo se construyó adosado a la pared sudoccidental del templo y no guarda ninguna comunicación interior con el mismo. Presenta diferentes vanos (tanto saeteras como ventanas cuadradas) y accesos a lo largo de sus frentes. Al igual que ocurre con la iglesia, tuvo en algún momento una cubierta más baja. También su interior está dividido en dos plantas con piso de madera, sustentado en su nivel inferior por pilares de piedra.