Torre de Vilafreser
Torre de Vilafreser
La torre de Vilafreser, adosada a un manso, se encuentra a 700 m del pueblo siguiendo por la carretera GIV-5144, que luego se dirige al vecino núcleo de Perles.
Posiblemente esta torre fue propiedad del linaje Vilafreser, que se documenta a partir de finales del siglo xii. En el año 1175 se menciona un caballero llamado Bernat de Villa Freder. En el año 1187, Pere de Vilafreser hizo un legado a Santa Maria de Rocamor. En el año 1197 Arnau de Vilafreser firmó el acta de fundación de la canónica de Santa Maria d’Olives, próxima a Sant Esteve de Guialbes y al vecindario de Viella. Entre los siglos xiii y xv varios miembros de la familia Vilafreser ocuparon cargos eclesiásticos en la sede de Girona, y también en el monasterio de Amer. Sin embargo, solo en el año 1455 se documentan las primeras referencias explícitas sobre la torre.
Dicha torre es una estructura de cuatro pisos, de planta prácticamente cuadrada y cubierta superior a dos aguas. Actualmente mide 18 m de altura. Por sus características constructivas parece que la torre original contaba con planta baja, tres pisos y una terraza superior. En el interior, la planta baja muestra una cubierta de bóveda encofrada reforzada con un arco central rebajado con dovelas de piedra. El acceso a la torre se localiza a levante y se realiza a través de una puerta de arco rebajado adovelado, seguramente abierto a posteriori. El acceso primitivo debía de localizarse en la primera planta, en dónde se abría una puerta, a unos 6 m del nivel del suelo exterior, con arco de medio punto adovelado.
El edificio tiene diferentes aspilleras repartidas por las diferentes plantas. En la cara de poniente se identifican tres aspilleras agrupadas. En cambio, a mediodía, se abren ventanas con dintel e impostas convexas en cada uno de los pisos que podrían haber sido abiertas a posteriori. En el piso superior se hallan dos aberturas rectangulares en cada una de las cuatro caras de la torre. Es muy probable que algunas de estas ventanas sean fruto de transformaciones posteriores. La parte superior, en especial la cubierta, fue reconstruida a partir de unas reformas efectuadas en época contemporánea. Al parecer, se hicieron las grandes ventanas que hoy vemos en el lugar donde antaño se hallaban unas grandes almenas, que aún así no serían de la misma época que la torre. Asimismo, se han reformado algunos muros, como el de poniente. El aparejo presenta unos sillares bien cortados de piedra arenosa dispuestos en hiladas bastante regulare, y con algunos mechinales. Por sus características constructivas y tipológicas podemos decir que se trata de una torre señorial construida a principios del siglo xiii.
Texto: ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO – Foto: MONTSE JORBA I VALERO
Bibliografía
AA.VV., 2005, p. 607; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 197-198; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 478-479.