SANT ESTEVE DE LA SARGA

Capilla de Sant Salvador

En medio de la sierra de Estorm, entre los vestigios del antiguo pueblo de Vilamolar, se encuentra la pequeña capilla dedicada a san Salvador, uno de los pocos edificios románicos de la zona que han podido mantener en buen estado su estructura arquitectónica original. Para llegar desde Estorm a la ermita, se ha de subir por el camino de la sierra hasta la parte más alta de la meseta.

A pesar de su claro origen altomedieval, no se ha encontrado ninguna referencia documental que ayude a reconstruir el devenir histórico de esta capilla. Sin embargo, resulta lógico pensar que la misma podría haber estado bajo la jurisdicción del pabordato de Mur durante el siglo xii.

Restaurada durante la década de 1970, su construcción se caracteriza por una gran sencillez y austeridad decorativa. Se trata de un templo de alargada planta formada por una sola nave rectangular y un ábside semicircular liso en el que se abre una ventana de doble derrame, antepecho plano y arco de medio punto monolítico, en la que destaca, como parte de sus jambas, el uso de dos grandes sillares dispuestos horizontalmente y que presentan unas dimensiones muy superiores al del resto del aparejo de la fábrica.   El edificio mide 5 m de ancho y 10,60 m de largo. Exteriormente llama la atención la diferencia entre la anchura del ábside y del cuerpo de la nave, la cual se manifiesta en las prominentes esquinas orientales de ésta.

Los muros laterales son totalmente lisos. En el meridional se abre una ventana de único  derrame, antepecho plano y arco de medio punto formado por una pieza monolítica que no termina de configurar el medio círculo superior. En la fachada occidental, también lisa, se abre la puerta de acceso al templo, obra no románica, al igual que la estrecha ventana que hay sobre ella. Se conservan algunos mechinales aislados en el paramento del ábside y del muro septentrional.

En el interior, la nave se cubre con bóveda de cañón, que durante el último proceso de remodelación quedó oculta bajo un grueso revestimiento. El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera y está enmarcado por un estrecho arco presbiteral que facilita la transición a la mayor anchura de la nave. En la parte meridional del hemiciclo absidal se abre una credencia de forma cuadrada. El suelo de la nave está a diferente altura que el de la cabecera, a la que se accede mediante un escalón. En el paramento sur se aprecian con claridad los vestigios de la antigua puerta de acceso. Un banco de unos 50 cm de altura recorre la parte inferior de los muros laterales.

El aparejo de los muros está formado por sillares irregulares y bien dispuestos en hiladas uniformes. El tejado, por su parte, aparece cubierto de losas de tamaño irregular. Se ha datado la construcción de esta capilla en el siglo xii.

                                                                                                                                         Texto y fotos: Daniel Altisent

Bibliografía

Bellmunt i Figueres, J, 1997, p. 139; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, p. 457; Fortuny i Pons, D., 2000, pp. 177-179; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M, 1994,  p. 366.