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Vista exterior de la fachada oeste de la torre

Identificador
31454_03_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Alberto Aceldegui Apesteguía
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Bautista

Localidad
Orradre
Municipio
Romanzado
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA ANTIGUA PARROQUIA DE ORRADRE se encuentra en una pequeña loma dominando las dos casas que hoy quedan en pie. Durante bastantes años estuvo totalmente abandonada, hasta que en los años setenta del siglo XX fue restaurada. Después de su restauración, fue ocupada por jóvenes que pintaron parte de sus muros y destrozaron algunos elementos arquitectónicos. Ya en los años noventa los hermanos de San Juan Bautista de La Salle -con sede en la localidad de Artajo- se encargaron de adecentarla y colocar una fuerte puerta metálica para su preservación. Debido a la restauración, los destrozos y el adecentamiento citados debemos tener cierta cautela al analizar sus elementos arquitectónicos. La mayoría de autores coinciden en que su cronología habría que fijarla en la segunda mitad del siglo XII o comienzos del siglo XIII. Presenta una planta con cabecera semicircular al exterior y al interior, y nave de dos tramos. Adosada al lado del evangelio, en el ábside, se encuentra la sacristía, de planta cuadrangular, y sobre el tramo de los pies se levanta la torre, producto de la yuxtaposición de un cuerpo prismático y una espadaña, como en muchas iglesias del Romanzado y del cercano valle de Salazar. Los tramos se articulan mediante pilastras donde descansan los fajones. A la altura de la unión entre ambos corre una imposta lisa que recorre toda la edificación. La bóveda es de arco apuntado en la nave y de horno, igualmente apuntado, en el ábside. En este caso debemos distinguir la buena sillería de los muros y la mucho más mediocre de las bóvedas, tal vez fruto de la restauración. En este sentido hemos de decir que la restauración de las bóvedas nos recuerda poderosísimamente a la de la ermita de San Clemente de Sotés en el Señorío de Sarría (Puente la Reina), edificio de origen románico que fue totalmente remodelado en fechas un poco anteriores a las de Orradre. Un vano de medio punto da acceso a la sacristía desde el lado del evangelio en el ábside, en tanto que encontramos un segundo arco de medio punto, moderno, en el mismo lugar del primer tramo de la nave que debió de realizarse para colocar alguna imagen. La parte occidental de la nave se cierra por el interior mediante un muro totalmente renovado, con una puerta moderna a la derecha, que da acceso a la torre, otra puerta a la izquierda, que ingresa en una pequeña estancia que funciona como almacén y una extraña y pequeña ventanahornacina de un gusto dudoso. Al exterior apreciamos paramentos de buena cantería, con siete hiladas hasta la ventana del ábside de unos doce centímetros de grosor medio. En el edificio encontramos tres vanos, además del anteriormente citado y excluyendo la portada; el del muro hastial es fruto de la restauración moderna. Los otros dos vanos se sitúan en el ábside, creemos que el central es original, aunque muy restaurado, y el situado al lado de la epístola es moderno e imita al central. Todo ello se deduce de la diferencia de colocación de los sillares, de remaches modernos cercanos a esta ventana, y de la presencia de una vieja y original saetera cegada en la misma zona. El muro termina sin la presencia de canecillos, aunque no podemos saber si existieron o no, puesto que la cubierta que descansa sobre él es moderna, fruto de la profunda restauración de los años setenta. La torre es un bloque prismático, levantado, como dijimos, a los pies; con aspecto macizo y bastante retocada, aunque todavía pueden adivinarse dos vanos de medio punto en el muro de los pies, que albergarían las campanas, hoy desaparecidas. En el muro de la epístola encontramos tres contrafuertes, el más cercano al ábside escalonado y sin trabar con el muro original. Sin duda todos ellos han sido objeto de grandes retoques durante la restauración del edificio. Por último, la portada se abre en el último tramo de la nave, al lado de la epístola. Se trata de un vano adintelado con ménsulas redondeadas que, antes de la restauración, debía de culminar en tímpano (hoy oculto por un tejadillo reciente).