LA TALLA DE NUESTRA SEÑORA DE IZURZU o del Rosario preside, actualmente, el moderno retablo mayor de la parroquia de San Andrés, junto a otra imagen mariana -de gusto popular- del siglo XIV. La iglesia es una edificación del primer gótico (siglo XIII), con claras influencias de la arquitectura del cister, remodelada -en el coro y la torre- durante el siglo XVI. Algunos autores han confundido su advocación actual con la citada talla gótica. La virgen románica lleva desde hace más de cincuenta años un Rosario moderno entre sus manos, luego ésta es su advocación, mientras que la imagen gótica, erguida y no sedente como la anterior, es conocida como la Virgen de la O, y no al revés. La profesora Fernández-Ladreda engloba la talla de Izurzu dentro de las imágenes marianas deudoras del estilo de Santa María la Real de Pamplona y Nuestra Señora la Real de Irache y, en concreto, la clasifica dentro de un subgrupo con las imágenes de Gastiáin, Torralba y Rocamador de Estella. Parece ser que la talla de Nuestra Señora de Rocamador de Estella fue la primera derivación del modelo irachense, mientras que las otras -Gastiáin, Torralba e Izurzu- derivan de la imagen estellica. Nuestra señora de Izurzu alcanza 53 cm de altura. Se trata de una talla sedente cuya cátedra presentaba en la parte baja una grada con dos escalones y unas pequeñas bolitas decorativas. En la actualidad, esta gradilla ha desaparecido y se ha embutido en una estructura metálica brillante. Los brazos de María se sitúan en ángulo recto y paralelos, enmarcando al Niño, al igual que Nuestra Señora de Irache. Jesús sigue también -en general- el modelo de la imagen irachense, con un ligero cambio: se encuentra sentado en el centro del regazo de su Madre, mientras que en el resto del grupo está sobre la rodilla izquierda; bendice con la diestra en alto, mientras apoya la izquierda en un atributo, un libro en este caso. La Virgen viste túnica, sobretúnica, toca y manto; Los pliegues inferiores se disponen de manera vertical y elíptica al igual que en Irache, con uno más volumétrico e inclinado en el centro. En la parte superior se aprecia cómo la sobretúnica se ciñe al pecho con un broche y carece de pliegues, en lo que supone una simplificación del modelo irachense. La indumentaria del Niño se compone de túnica y manto, la primera con su correspondiente orla al cuello y el segundo dispuesto a modo de toga romana, coincidiendo totalmente con la imagen de Irache. En su conjunto los plegados muestran un tratamiento simplificador tendente a formas “tubulares” de cierta protuberancia. La corona de la Virgen debió de existir desde su origen, aunque la que presenta en la actualidad es muy moderna. La policromía actual, excesivamente brillante, tampoco tiene que ver con la que debió de lucir en su época. Por último, las filiaciones citadas y las comparaciones entre las tallas han llevado a los estudiosos a proponer una cronología cercana a los años finales del siglo XII para Gastiáin y Torralba, y ampliable a los primeros del XIII para Izurzu.