Pont del Raval
RIPOLL
El municipio de Ripoll es la capital administrativa del Ripollès, además de centro estratégico de comunicaciones entre los dos grandes valles que forman la comarca, el de Ribes y el de Camprodon. Este carácter de cruce de caminos deriva de su situación geográfica en la confluencia de los ríos Ter y Freser, donde a finales del siglo ix se construyó el monasterio de Santa Maria de Ripoll, origen de la población. Para llegar a la villa sólo hay que seguir, desde Barcelona (o Vic), la autovía C-17.
La población de Ripoll tiene su origen en los asentamientos que se fueron estableciendo alrededor del monasterio y de la iglesia parroquial de Sant Pere, construcciones consagradas a finales del siglo ix. Las murallas que rodeaban el núcleo habitado transcurrían desde el Sur del cenobio hasta la ribera de los ríos Ter y Freser, que le ofrecían una protección natural. La actividad comercial e industrial ha estado siempre muy arraigada en la población, con un mercado semanal del que se tiene constancia desde el siglo x. Durante los siglos siguientes desarrolló una rica actividad preindustrial, centrada sobretodo en la forja y en la manufactura de armas de fuego. A partir del siglo xix, la actividad empresarial de la población se especializó en el sector textil.
Además del monasterio de Santa Maria y de la vecina parroquia de Sant Pere, dentro del antiguo recinto de la población se encontraba el templo medieval de Sant Eudald, que fue totalmente destruido durante la Guerra Civil. El actual término municipal de Ripoll contiene, además, numerosas iglesias de origen medieval, entre las cuales Sant Jaume del Barretó, Sant Bartomeu de Llaés o Santa Maria del Catllar.
Puente del Raval
Se conoce por el nombre de Pont del Raval (Puente del Arrabal) al puente que atraviesa el río Freser a su paso por la villa de Ripoll. Su función original era permitir cruzar el río siguiendo el camino real que comunicaba Barcelona con Ripoll, siendo una de sus principales vías de entrada a la villa. El puente se encuentra muy cerca del núcleo urbano, a escasos minutos caminando desde la plaza del Abat Oliba.
En el costado derecho del puente, visto desde aguas arriba, se puede observar la parte más antigua de su estructura, fechada en época románica. Se conserva una arcada de medio punto, con cerca de 5 m de luz, y también un pequeño arco cegado de aligeramiento, igualmente de medio punto y situado a una altura ligeramente superior. Estos restos del puente medieval presentan un aparejo regular de buen tamaño, con sillares rectangulares que permiten datar la construcción aproximadamente en el siglo xii, aunque no se ha conservado ningún tipo de documentación que pueda confirmar dicha hipótesis. El resto del puente actual es todo obra moderna, puesto que su arcada principal fue reconstruida a finales del siglo xix tras destruirla las tropas carlistas en el año 1839.
Texto y foto: Martí Beltrán González
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, X, p. 343.