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Identificador
09128_03_007
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Villahizán de Treviño
Municipio
Villadiego
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra situada dentro del caso urbano, tras la Plaza Mayor. Por los restos conservados parece que fue un edificio románico de tres naves con sus correspondientes ábsides semicirculares. En el siglo XVI fue objeto de una profunda reforma que transformó considerablemente su aspecto original, respetando únicamente el ábside de la epístola -convertido en sacristía-, algunos pilares del interior y parte del muro sur con las dos portadas que en él se abren y varios canecillos. El ábside presenta al exterior dos pilastras o contrafuertes que llegan hasta el alero, en uno de los cuales, el que se dispone en el eje del tramo curvo, se abrió una ventana románica formada por un arco de medio punto que descansa sobre dos columnillas con capiteles de hojas lisas rematadas en bolas y cogollos, solución muy parecida a la que se da en la ermita de Zarzosa de Riopisuerga. Otra ventana, en este caso apuntada, se abría en el muro del presbiterio, pero fue destruida parcialmente al construirse otra nueva en el siglo XVI, momento en el que tal vez también se levantó el contrafuerte adosado en este lado. Rematando el muro corre una cornisa soportada por canecillos lisos y de formas geométricas. La portada principal era la que ahora se muestra cegada en el lado sur. Ligeramente adelantada respecto a la línea general del muro, consta de cinco arquivoltas apuntadas, tres de ellas decoradas con boceles, otra lisa y la exterior con puntas de diamantes, y un guardapolvo con perfil de gola. Las líneas de imposta se decoran con billetes en el lado izquierdo y anillos perlados entrelazados en el derecho. De las cuatro columnillas que se distribuían entre las jambas, sólo se ha conservado íntegra una cuyo fuste presenta idéntica decoración que uno de la portada septentrional de la ermita de Padilla de Abajo. El capitel que va colocado encima muestra a dos toscas figuras situadas a ambos lados de un árbol que parecen representar la escena del Pecado Original. Los otros dos capiteles conservados in situ se decoran con motivos vegetales a base de hojas con puntos de trépano y acantos helicoidales o molinillos sobre los que asoman dos cabezas antropomorfas, una barbada y la otra con una especie de toca. Este último recuerda en su composición a algunos capiteles del norte de Palencia (Villanueva del Río, iglesia parroquial de Barrio de Santa María, Moarves de Ojeda, Santa Eufemia de Cozuelos y Prádanos de Ojeda) en los que se superponen varios niveles de hojas por encima de las cuales se dejan ver algunas figuras. Por otra parte, el tema de los molinillos de hojas es relativamente frecuente en el repertorio ornamental de los talleres que desarrollaron su actividad en el norte de Palencia (Aguilar de Campoo, Vallespinosos de Aguilar, Perazancas de Ojeda, Zorita del Páramo, Villanueva del Río, etc.) en fechas cercanas al 1200. La influencia de estos artistas irradió a la zona limítrofe de la actual provincia de Burgos donde no es difícil encontrar toscas imitaciones de estos motivos (Basconcillos del Tozo, Mundilla, Pedrosa de Valdelucio, Fuencaliente de Valdelucio, etc.). En el interior de la iglesia se guarda otro capitel de la portada, decorado en este caso con labores de entrelazo. Otra portada, remontada en 1785, se abre en el tramo más occidental de la fachada. Se compone de un arco de ingreso liso seguido de una arquivolta de bocel, otra con la arista biselada y un guardapolvo sobre ménsulas. En el interior, la antigua capilla absidal se cubre con bóveda de horno en el testero y de cañón apuntado en el tramo recto. Se abría a la nave a través de un arco apuntado y doblado -actualmente cegado- que descansa sobre una pareja de columnas con capiteles de hojas lisas. De la primitiva fábrica se conservan también los arcos formeros que separan la nave de la epístola de la central, así como los pilares que los soportan, formados éstos por un núcleo cruciforme al que se adosan dos columnas provistas de basas con lengüetas y capiteles de hojas planas rematadas en bolas y cogollos. Da la impresión, en cualquier caso, de que nos hallamos ante un románico inercial que rebasa probablemente el 1200.