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Pila bautismal

Identificador
33879_02_011
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Diego Martínez Fuenteseca
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Mamés

Localidad
Nieres
Municipio
Oviedo
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL es una construcción del siglo XVIII, como reza una inscripción de la entrada lateral, que cita el año 1747. Otra inscripción señala: “espadaña, campanas 1861”. La imagen de Santa Tecla preside la capilla mayor. El templo medieval originario se encontraba en un solar mas abajo, en el paraje que llaman “Llano de la Iglesia”, sobre una tierra de labor junto al río que baja entre Villabona y Nieres. Merece especial mención su pila bautismal, original de su primera fundación, una Virgen con Niño y un Crucificado de época medieval. El edificio sigue el esquema de una sola nave con cabecera de testero recto, pórtico a los pies y espadaña con motivos de picos y bolas herrerianos. En el interior, la nave posee cubierta de madera con techumbre a dos aguas, lo mismo que el presbiterio, que se divide en dos piezas para dedicar la posterior a sacristía. El tránsito de la nave al ábside tiene lugar a través de un arco de triunfo poco relevante, dotado de impostas molduradas sobresalientes, a falta de capiteles. Toda la obra está muy remodelada, siguiendo los modelos barrocos difundidos en el ámbito rural asturiano y los conceptos de interiorismo aplicados a la arquitectura sacra durante los años sesenta. En la sacristía se guardan las imágenes sagradas de su antigua fundación. La pieza más relevante es una Virgen con Niño de origen medieval, que se puede datar en torno a los siglos XII-XIII. Muestra un penoso estado de conservación por sufrir el ataque de elementos xilófagos, aunque mantiene aún vestigios de su policromía original. La talla se trabajó en un solo bloque de madera y se pensó para ser vista únicamente desde el frente, ya que su parte trasera se dejó sin trabajar. Sentada hierática sobre un sencillo trono, guarda al Niño sobre su pierna izquierda, sin establecer ningún lazo afectivo con él. Cubre su cabeza con un tocado que le cae sobre los hombros y se sujeta mediante la corona de imperatrix mundi. Viste su cuerpo con una sencilla túnica sobre la que se dispone un manto que la cubre parcialmente. La talla, según es habitual en las imágenes del entorno rural comentado, desatiende el estudio anatómico y de los paños. Pese a la rigidez corporal, el rostro denota cierta dulzura expresiva y busca la belleza idealizada, lo que da cuenta de la influencia de los cambios de mentalidad religiosa que redundan en una búsqueda del naturalismo y en cierta humanización, y que anticipan los cambios estilísticos e iconográficos del gótico. Lamentablemente no existe rastro de sus manos, que aparentemente fueron talladas aparte. El Niño ha sido superpuesto al trono materno en su lado izquierdo, sentado sobre su rodilla y protegido por el brazo de la Sedes sapientiae. De rostro igualmente dulce, porta una corona como su madre y va vestido con un largo atavío de plegados similares al de la Virgen. Bendice con su mano derecha y en la izquierda porta un libro. No conserva los pies, que sobresalían en el aire. Como ya indicamos, falta casi la totalidad de su policromía, pero se pueden reconocer aún restos rojizos y dorados, además de los trazos negros que definen los rasgos faciales. Otra pieza destacable que se guarda en la sacristía es un Crucificado de madera de estilo gótico, talla muy notable y en un estado de conservación aceptable. Del antiguo mobiliario litúrgico de época medieval se conserva una pila bautismal, situada actualmente dentro del ábside, en su lado derecho. Es una pieza de escaso mérito artístico, sin motivos decorativos y de talla muy tosca, lo que dificulta la asignación de una cronología precisa.