SU IGLESIA PARROQUIAL, dedicada hoy al apóstol San Pedro, es un modesto edificio de mampostería y ladrillo, obra fundamentalmente de los siglos XVII-XVIII sobre una edificación anterior del siglo XIII, con pr ofunda cabecera rectangular y nave única con cubierta de armadura de madera. Dos elementos del templo presentan un carácter medieval de difusa cronología: su portada y la pila bautismal. La portada, protegida por un atrio cerrado, se abre en el muro meridional de la nave y se compone de arco apuntado y tres arquivoltas de poco desarrollo y lisas, que recaen en jambas acodilladas, simplemente marcando con un tosco filete de piedra la línea de imposta, del tipo de la meridional de San Lorenzo de To ro. El conjunto se levantó en ladrillo, revocado y pintado. Nos parece más que dudosa la cronología románica que le adjudica Sáinz Sáiz y más bien consideramos que la portada participa de la cronología y modestia de la primera campaña constructiva. Algo parecido podríamos decir de la pila bautismal conservada en una capilla abierta en el muro septentrional de la nave. De copa semiesférica y 1,25 m de diámetro por 0,69 m de altura, se alza sobre un basamento circular de 0,23 m de alto. Decora su frente con una sucesión de arquillos de medio punto de los que parten gallones dispuestos en espiral. Aunque tipológicamente se asimile a modelos recurrentes en época tardorrománica, su cronología no podemos sino establecerla en unos límites imprecisos entre los siglos XIII-XV.