ES UN MONUMENTAL TEMPLO TARDOGÓTICO de tres naves, levantado en el siglo XVI en el centro del caserío y que alberga como únicos testimonios románicos la portada y la pila bautismal, ubicada ésta en el baptisterio, a los pies de la nave del evangelio. La portada se abre en la fachada sur y no sabemos si responde a restos de un edificio anterior, emplazado en este mismo lugar, o ha sido traída de otro sitio, aunque no cabe duda de que está remontada. En realidad es una sencilla y torpe estructura conformada por tres arquivoltas apuntadas, lisas, sobre dobles pilastras con impostas achaflanadas, cuya cronología puede llegar incluso hasta los años centrales del siglo XIII. La pila bautismal, tallada en piedra caliza, con una altura total de 87 cm y con 99 cm de diámetro, está compuesta por un vaso troncocónico, dispuesto sobre una corta basa cuadrangular. Dicho vaso, que muestra un ensanchamiento en la parte inferior, presenta embocadura recorrida por bocel, con el interior avenerado y el exterior con someros pero anchos gallones. El pie es una basa cuadrangular de apenas de 21 cm de altura, con volutas en las esquinas, disponiéndose el conjunto sobre la típica rosca circular de amplio diámetro. La cronología de esta pila es tardía y quizá pueda situarse ya en los comienzos del siglo XIII, como muchas otras piezas caracterizadas por esta misma decoración interior y exterior, aunque la que nos ocupa tiene la particularidad de mostrar un vaso troncocónico, mucho más enraizado en la tradición románica. Es muy probable que su ubicación original fuera la actual ermita de San Miguel.