LES VALLS D’AGUILAR
Iglesia de Santa Maria de Miravall
A 7 km de Noves de Segre en dirección a la Guardia d’Ares por la carretera LV-5134, se encuentra el desvío que conduce a la pintoresca aldea de Miravall, donde se encuentra la iglesia de Santa Maria. Miravall se halla en la ladera del monte Argelic, y cuenta con privilegiadas vistas sobre el valle del río de Castellàs.
Aunque se sabe que en época medieval fue un señorío del vizcondado de Castellbò, no se cuenta con noticias sobre su iglesia, la cual era sufragánea de Sant Martí de Berén.
Santa Maria, conocida entre los lugareños como la Verge de la Concepció, está adosada a una casa situada en medio del pueblo. Mientras que exteriormente está en buen estado, pues ha sido restaurada, el interior se encuentra algo descuidado.
Se trata de un edificio que presenta una planta compuesta por un ábside semicircular y una nave rectangular, a la que se le adosaron dos pequeñas capillas laterales a modo de transepto, que asemejan la planta a una cruz griega. El paramento exterior del ábside es liso, y en su centro, aunque algo desviada hacia el Sur, se abre una ventana de doble derrame. El ábside es significativamente más bajo que la nave, lo que provoca que el testero que cierra ésta por su lado oriental destaque claramente sobre aquél. En el muro este de la nave se aprecian los retos de una ventana cegada. En la fachada oeste se localiza la puerta, formada por un arco de medio punto con dovelas bien trabajadas, que contrastan con la tosca mampostería del resto de los paramentos. Dos ventanas se localizan en esta parte del templo, una en lo alto, de doble derrame y arco de medio punto monolítico de piedra toba, y otra, cuadrada y de factura posterior, junto a la puerta. Remata el frontis un campanario de espadaña de dos ojos con sendos arcos de medio punto. Mientras que la cubierta de la nave, parcialmente de una sola vertiente y parte a dos aguas, es obra moderna resultado de una restauración, la del ábside, troncocónica y de losas, parece ser la original.
En el interior, la nave se cubre con una bóveda de cañón y el ábside con una de cuarto de esfera. El espacio absidal fue reconvertido posteriormente en sacristía mediante su separación del resto del templo con un muro al que se adosó un altar. Un banco corrido discurre por la parte inferior de los muros laterales. En los pies del templo se añadió un coro alto con barandilla de madera y suelo de obra.
Aunque es un edificio cuya cronología resulta difícil de establecer, se ha propuesto con la debida prudencia, teniendo en cuenta la morfología de la ventana occidental, que podría haber sido construido en el siglo xi.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Roser Gort Riera - Fotos: Montse Jorba i Valero
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, p. 252; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, p. 154.