Sant Vicenç de Falgons
Iglesia de Sant Vicenç de Falgons
La iglesia de Sant Vicenç se halla en el núcleo de población diseminada de Falgons, en el sector meridional del municipio de Sant Miquel de Campmajor. El acceso al lugar s realiza, desde Banyoles, primero por la carretera GI-524 y luego por la GIP-5246, que sale, hacia el Sur, desde el Ayuntamiento municipal y lleva directamente hasta Falgons. La ermita está situada a mano derecha del camino.
La primera noticia de que hay constancia sobre el lugar está fechada en el año 947, en un documento por el cual Godofred cede un viñedo de Villa Fulgosa a la iglesia de Santa María de Finestres en el día de su dedicación. Del año 1096 es la bula del papa Urbano II en la cual se cita Felegoso. Tanto en esta bula, como en la del papa Alejandro III, del año 1175, se confirman algunas propiedades de Falgons al monasterio de Sant Esteve de Banyoles. Falgús se referencia de nuevo en un documento del año 1157 por el que se tiene noticia de los derechos señoriales de los que disponía Guillem Ademar de Porqueres en estas tierras. En el Llibre Verd de la catedral de Girona la parroquia se menciona como de Sant Vicenç de Fulgonitus (1362). En los fogajes de 1358 y 1359, ésta se cita junto con el castillo de Falgons. Cabe destacar que en esta ermita fueron sepultados algunos miembros de la familia Cartellà, señores del castillo de Falgons. Antes de la Guerra Civil, se veneraban en esta ermita las reliquias de san Ferriol, que según la tradición popular habían sido traídas desde Italia por Galceran de Cartellà, virrey de Sicilia.
La iglesia de Sant Vicenç ha sufrido numerosas reformas y transformaciones a lo largo de su historia. Presenta una sola nave de pequeñas dimensiones, cubierta con bóveda apuntada y terminada con un ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Entre el arco triunfal y la bóveda apuntada de la cubierta se abre un ojo de buey. La configuración actual del templo se debe a la posterior construcción de dos capillas laterales, una a cada lado. En el muro de mediodía, adosado al ábside, se alza una torre-campanario de planta cuadrada que fue añadida hacia el siglo xviii. En el mismo muro, precedida de un porche, se abre la puerta actual, con arco de medio punto con grandes dovelas. Hay que decir que ésta se trata de una abertura posterior y que antiguamente la puerta se hallaba a poniente. En esta fachada occidental destaca un pequeño rosetón.
En el exterior se observa el sobrealzado de la nave, así como la altura original, que está marcada por una imposta en caveto. Por otro lado, el muro originario está formado por sillares de piedra arenosa de unos 20 x 30 cm. La construcción conservada podemos fecharla a inicios del siglo xii. Durante unas obras de adecuación efectuadas en la década de 1990 se descubrieron los vestigios de unos cimientos antiguos tocando al muro del ábside. Estos cimientos, que hoy pueden observarse a través de un cristal, consideran del siglo ix o x, datación que habría de contrastarse con un estudio arqueológico.
Pila bautismal
En el interior del templo se conserva una pila bautismal ancha y robusta, de forma cilíndrica, que reposa encima de un pie de dimensiones notables. La pieza presenta una decoración esculpida con elementos geométricos de carácter arquitectónico y palmetas hechos a base de incisiones; un sogueado marca la separación entre el cuerpo cilíndrico y el pie. Aunque es dificultoso establecer una datación aproximada para esta pila, nos aventuramos a fecharla en el siglo xii.
Texto: Almudena Montenegro Gallardo – Fotos y planos: Isabel Font Mercader
Bibliografía
AA.VV., 2005, p. 525; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, p. 162; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 460-461; Constans i Serrats, L., 1954, p. 97; Marquès i Planagumà, J. M., 2000, p. 134.