Identificador
33174_01_012
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Adriana Carriles García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Priorio
Municipio
Oviedo
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SAN JUAN EVANGELISTA de Priorio es una de las construcciones más destacadas del románico asturiano. El templo fue declarado Monumento Histórico Artístico el 1 de junio de 1965. A pesar de su relevancia, no conservamos documentos que hagan referencia a la iglesia de Priorio antes del siglo XIV, quizá porque el foco de atención solía ser el cercano castillo de Priorio. Magín Berenguer alude a una cita contenida en el testamento del rey Ordoño I, fechado en el año 857, y entre cuyas donaciones a la Iglesia de Oviedo figura la ecclesia S. S. Justi, Pastoris in Porio; de corresponderse el topónimo Porio del testamento con el actual Priorio, ésta primera referencia indicaría, además, un cambio de advocación en el templo. Una referencia segura es la que aparece en la donación efectuada por el rey Fernando IV y su esposa a favor de Oviedo, donación fechada el 14 de mayo de 1305: Et nos por grant voluntata que havemos de facer mucho vien, et mucha merced a este concejo de Oviedo, et por que hayan cobro de los Daños et de los males que recivieron su termino porque hayan maes con que nos servir, tenemos por bien de les dar por su termino, et por su alfoz Priorio, et Puerto, et Cazes, que son tres feligresías los cuales lugares son en la Rivera de Yuso. Otra referencia importante es un documento que lleva fecha de agosto de 1312 y que registra un cambio de iglesias entre el abad del monasterio de San Vicente de Oviedo y el obispo de Oviedo: damos a vos [...] en concambio e permutason de las cosas las nuestras iglesia e celleros de Santiagués de Priorio, e de Santianes de Cazes. La mayoría de los autores no duda en datar esta iglesia como obra del siglo XII avanzado o incluso del XIII, a pesar de que, como hemos visto, las escasas referencias conservadas se datan en épocas posteriores. Según F. Canella, la iglesia de Priorio fue una parroquia sobre la que los concejos vecinos juraron un “tratado para defenderla de las pretensiones de la nobleza”, quizá de ahí el relativo silencio documental. Actualmente, San Juan de Priorio es una iglesia de planta de cruz latina, aunque el templo románico original debió de ser un edificio de nave única, con cubierta de armadura de madera y cabecera de ábside semicircular, cubierta de bóveda de cañón en el tramo recto que le precede y cuarto de esfera en el remate. El transepto es obra de principios del siglo XX, y el gran pórtico que enmascara actualmente la portada occidental fue construido en 1926; por su parte, la espadaña fue reformada en 1777. El ábside, al exterior, aparece reforzado por dos grandes columnas adosadas que rematan en capiteles esculpidos, uno de ellos con decoración vegetal y el otro con dos cuadrúpedos separados por un motivo de lacería muy estilizado y sencillo. En el interior, el ábside está recorrido por una sencilla imposta. A lo largo de toda la cornisa de esta iglesia, así como sobre el tejaroz de la portada, se disponen varios canecillos, de buena factura técnica y talla detallista, de temática muy diversa; lisos, con lacerías, con apomados, modillones de rollos, tetrapétalas, atlantes, hombres sedentes, figuras femeninas, serpientes, cabezas animales, figuras monstruosas, etc. En el interior se conserva el arco triunfal románico, estructurado en dos arquivoltas de medio punto, desornamentadas, que descansan sobre columnas coronadas por capiteles vegetales; la decoración de los capiteles, todos ellos de buena factura, es similar, aunque con pequeñas variantes (hojas terminadas en apomados, remates en volutas, etc.) y mayor estilización en los del lado izquierdo. En el interior también se conserva un pequeño soporte, que en el siglo XIX cumplía funciones de pila para agua bendita, y que está formado por una pequeña columna, con basa y capitel tallados, lo que llevó a pensar que “su servicio inicial haya sido el de sustentar al primitivo altar”. Hay que reseñar otra pieza, aparecida en la década de 1980 entre unos escombros, a los pies del muro que cierra el campo de la iglesia por el norte; se trata de un relieve de la Virgen con el Niño, tallado en un bloque de piedra caliza (25 x 17 x 7 cm). La pieza está rota en su extremo superior, de forma que se ha perdido la parte del relieve correspondiente a la cabeza de la Virgen, mientras que la parte conservada se halla, además, bastante erosionada y deteriorada, aunque aún pueden apreciarse las características formales y técnicas. El Niño, en actitud de bendecir, inclina la cabeza para dirigir su mirada hacia la Virgen, lo que rompe el hieratismo y la frontalidad propias de la estética románica, características que aún están presentes en el cuerpo de ella, que sigue actuando a modo de trono y cuyos vestidos, aunque con un cierto detallismo en la decoración de mangas y cuellos, presentan aún plegados rígidos. San Juan de Priorio destaca sobre todo por ser la única iglesia románica de Asturias que presenta tímpano esculpido en su portada occidental. Es cierto que también presenta tímpano la portada de Santa María de Valdediós, pero en ella, y guiándose por los preceptos cistercienses, no se incluyó ningún relieve escultórico. Las portadas son uno de los espacios más importantes desde el punto de vista simbólico en los templos medievales. Su importancia radica precisamente en que son el acceso a la revelación y a la vida eterna, como reflejan las palabras de Cristo en los Evangelios: “Yo soy la puerta. El que pase por mí será salvado”. En Priorio, la portada acusa un gran abocinamiento y se articula con cinco arquivoltas de medio punto, todas ellas molduradas con potentes boceles y apoyadas sobre una sobria línea de imposta. Las columnas se elevan sobre un alto basamento y, las correspondientes a las tres arquivoltas exteriores aparecen rematadas en capiteles vegetales estilizados, de aspecto muy similar entre sí, y muy relacionados con los modelos de Oviedo. Las columnas correspondientes a la arquivolta interior, por su parte, aparecen claramente individualizadas con respecto a las otras, por incluir en sus fustes las figuras de cuatro personajes, dispuestos dos a dos y coronados todos ellos por un pequeño dosel; vestidas con largas túnicas, cuyos plegados caen rígidos, son figuras representadas en posición frontal, de canon corto y gran severidad en los rostros. M. Berenguer quiso reconocer en ellas las figuras de dos santos (las superiores) y dos personajes reales (las inferiores), mientras que M. C. Morales y E. Casares identifican estas cuatro figuras con los cuatro evangelistas. Los capiteles que coronan estas dos columnas interiores incluyen sendas figuras de atlantes. La portada de San Juan de Priorio se completa, como hemos dicho, con el relieve del tímpano, que representa el conocido tema de la Maiestas Domini rodeada del Tetramorfos. La imagen principal del tímpano es, por tanto, Cristo en majestad, sentado, bendiciendo y sosteniendo el libro de las Sagradas Escrituras abierto; como en el caso de las figuras anteriormente descritas, este Cristo también fue tallado siguiendo un modelo de canon corto, ligeramente desproporcionado en las extremidades inferiores, concentrando la atención en el rostro y las manos. A su derecha aparecen el león y el hombre, símbolos de San Marcos y San Mateo, y a su izquierda, el buey y el águila, símbolos de San Lucas y San Juan. Y como remate del conjunto, dos pequeños ángeles en el extremo superior. M. S. Álvarez ve estrecha relación entre la obra de San Juan de Priorio y los talleres que se movían en el ámbito ovetense, no sólo por su evidente proximidad geográfica y su pertenencia a la jurisdicción episcopal, factores ambos que ejercerían una lógica influencia, sino por diversas soluciones formales, manifiestas especialmente en la portada occidental. Comienza esta vinculación con el propio tímpano: el tema del Pantócrator y el Tetramorfos no es una iconografía habitual en Asturias, aunque podemos encontrar un antecedente en uno de los capiteles de la Cámara Santa ovetense, igual que ocurre con los atlantes y las figuras esculpidas en los fustes de las columnas interiores. Aunque la calidad técnica no puede equipararse a la obra ovetense, es muy probable que el taller responsable de la obra de San Juan de Priorio, no sólo tomara modelos, sino que incluso se inspirara directamente en algún templo concreto de Oviedo.