Identificador
50197_01_002n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 16' 44.75'' , -1º 0' 1.82''
Idioma
Autor
Jesús Andrés Navarro
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Orés
Municipio
Orés
Provincia
Zaragoza
Comunidad
Aragón
País
España
Claves
Descripción
San Juan Bautista es la parroquial de la localidad y pertenece a la diócesis del obispado de Jaca. La primitiva iglesia, siguiendo esquemas románicos, fue construida en piedra sillar, con una planta de nave única y ábside semicircular, según Almería. Sin embargo, este templo resultó sustancialmente modificado al comenzar el siglo XVIII mediante una reforma que sería necesaria para asumir el aumento poblacional. Entre las fechas de 1610 y 1633 se efectuaron las obras proyectadas. Durante la primera fase, los canteros Beltrán y Juan Pérez de Clavería recrecieron y repararon los muros abriendo una nueva ventana en el presbiterio y levantaron la sacristía. En la segunda, Martín de San Martín y Juan Carbel recibieron el encargo de erigir la torre junto a la cabecera del edificio en piedra. Según Abbad, en el siglo XVIII se añadieron las capillas laterales, a ambos lados de la nave, a modo de crucero. Otras intervenciones menores en las bóvedas de las capillas laterales (1711) o la construcción del remate de la torre (1816), no modificaron demasiado el esquema resultante de las intervenciones del siglo XVII, que habían configurado una planta de nave única dividida en cuatro tramos cubiertos con bóvedas de arista, con capillas a modo de crucero, a la que se adosó en el lado norte la sacristía. La cabecera, orientada al Este, es de planta poligonal, y en su lado norte, aprovechando el desnivel del terreno para ganar altura, se ubica la torre, de planta cuadrada. El acceso al templo se sitúa a los pies de la iglesia cobijado por un atrio. A pesar de la falta de documentación que permita datar el origen de la iglesia, la mayoría de los expertos la sitúan en el siglo XII. Probablemente de ella tan sólo queda el contorno de la nave ya que la profunda reforma que se llevó a cabo en el siglo XVII la transformó por completo. En el muro meridional, formando parte de la calle central de un retablo de estilo gótico, podemos encontrar la talla románica de la Virgen de la Pardina, del siglo XII. Fue restaurada en 1981 y trasladada desde la ermita del mismo nombre a la iglesia parroquial, al igual que el retablo, una importante pieza del segundo cuarto del siglo XV, realizado dentro de la corriente del gótico internacional. Se trata de una imagen de 80 cm de alto por 21 cm de diámetro en su base, que enlaza con el esquema de las denominadas Sedes Sapientiae de Virgen con Niño en el que éste se encuentra sentado en su regazo y ella actúa de trono para él. La Virgen viste túnica dorada con orla de bezantes y manto rojo forrado de verso, mientras que el Niño presenta túnica azul y manto dorado. La mano izquierda de la Virgen sujeta ligeramente al Niño, acomodándolo sobre sus rodillas, mientras que la derecha sostiene una esfera, identificada iconográficamente con una manzana, con la que se alude a su intermediación para redimir a la humanidad del pecado original. El Niño bendice con su mano derecha y lleva el libro de los evangelios en su mano izquierda. Ambas figuras portan coronas doradas sobre sus cabezas, que en el caso de la Virgen es floronada y sujeta su melena, que cae tras sus hombros. La composición rezuma la frontalidad y el hieratismo propios de una talla románica plena, con rostros de expresión solemne, carencia de conexión afectiva entre las figuras y toda alusión al movimiento físico reducido al mínimo.