LA IGLESIA SE EMPLAZA sobre una pequeña loma, dominando el caserío por el extremo noroccidental. En el pueblo encontramos también la ermita de Santa María, popular construcción tardogótica de cabecera de testero plano interiormente decorada con toscas pinturas murales muy desleídas. Aunque el templo parroquial fue totalmente reconstruido en época gótica, en su cabecera, de testero plano y contrafuertes angulares, se reutilizaron varios elementos procedentes del primitivo edificio, concretamente la cornisa moldurada con un bocel sogueado -elemento decorativo frecuente en los valles de Valdivielso y Manzanedo- y varios canecillos intercalados entre otros correspondientes a la obra bajomedieval. Entre los primeros vemos algunos de dos rollos y otros con el perfil de nacela moldurado con un bocel, así como dos ornados con sendos bustos humanos de ruda talla y somera caracterización, con los ojos y boca excavados. Junto a uno de ellos, en el ángulo septentrional del testero, se empotró un fragmento de relieve, quizá procedente de un can o capitel, con una cabecita femenina. Frente a lo fragmentario y rural de estos vestigios, en el contrafuerte del ángulo meridional de la cabecera se reutilizó una espléndida inscripción cuidadosamente labrada en un sillar de 82 cm de anchura máxima (78 cm en la zona inferior) x 53 cm de altura, con el texto -de elegante grafía- distribuido en siete líneas. La transcripción de esta consecratio es, en lo legible, la que sigue: + SIT : PAX : INTRANTI : SIT : GRACIA : DIGNA : PRECANTI : IIII : ID(US) A[U]G(US)TI : DEDICATA : FVIT ECCL(ES)IA : S(AN)C(T)I : STEPHANI : P(ER) MANV(M) : DOMP NI : PET(R)I : BVRGENSIS : EP(ISCOP)I : NOTO : DIE : IN FESTO : S(AN)C(T)I : LAVRE(N)TII : ERA : MCCXIII ...ABE Es decir, “Obtenga la paz el que aquí entre. Sea digno de la Gracia el que pida cosas convenientes. El 4 de los idus de agosto [10 de agosto] fue dedicada esta iglesia de San Esteban por Pedro, obispo de Burgos, en el señalado día de la festividad de San Lorenzo, en la era de 1213 [año 1175]...”. Por un olvido del epigrafista, el “fuit” de la tercera línea, ya casi ilegible, fue grabado con posterioridad; de imposible lectura en sus actuales condiciones resulta el texto de la última línea tras la fecha, debido al desgaste y los líquenes. En cualquier caso, el texto da fe de la consagración del templo por el obispo don Pedro Pérez, quien ocupó la sede burgalesa entre 1156 y 1181 y, como señala Pérez Carmona, acompañó al séquito de Alfonso VIII durante su estancia en Las Merindades entre mayo y agosto de 1175, por lo que supone dicho autor que el prelado aprovechó el viaje para consagrar esta iglesia de Villamartín, aunque no “al regreso”, pues el 23 de agosto lo vemos aún confirmando dos donaciones reales a San Salvador de Oña. Señala Favreau cómo la fórmula sit pax intranti sit gratia digna precanti, con leves variantes, es frecuente como deseo de paz a los que ingresan en el templo, recogiendo ejemplos similares en Roda de Isábena, Spoleto y Cingoli.