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Capitel

Identificador
28079_0131n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 28' 57.07" , -3º 22' 10.04"
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Museo Arqueológico Regional

Localidad
Madrid (Alcalá de Henares)
Municipio
Madrid
Provincia
Madrid
Comunidad
Madrid
País
España
Descripción
PROCEDENTES DEL TEMPLO de Santa María de la Almudena, derribado en 1868, se conservan en el Museo Arqueológico Regional un total de nueve piezas entre las expuestas y las custodiadas en almacenes, a las que hay que sumar una más que se expone en el Museo de San Isidro, de la capital. Por lo que se puede ver, estos restos conservan más un valor testimonial que documental, histórico o artístico, dada la escasa entidad de las piezas, muchas de ellas simples elementos portantes. Expuestas a la visita se encuentran tres piezas, lógicamente las de mayor calidad; se trata de dos capiteles y el fragmento de una moldura. Son éstas, un capitel cuya composición testimonia haber estado situado en el ángulo de un arco doblado, decora dos caras de su cesta con un mismo motivo; se trata de un ave -paloma, posiblemente- que inclina la cabeza hasta picarse las patas, luciendo un cuerpo rechoncho con alas extendidas y planas, todo ello de muy ruda talla. Junto al anterior, otra pieza -ésta fragmentada- presenta en su base un motivo vegetal de hojas carnosas de marcados nervios, volviendo ligeramente sus puntas, sobre el que se sitúa un fragmento avolutado del que resulta aventurado decir nada más. En el alto ábaco dispuesto sobre esta cesta se distingue un tallo sinuoso, cuyo trabajo redunda en la tosquedad del conjunto. La tercera de las piezas expuestas debió de formar parte de una imposta o una chambrana y presenta el conocido motivo de tacos, del que huelga mayor descripción. Los depósitos de la institución albergan el resto de las piezas, garantizando su conservación, de una parte, y su control y rápida localización, por otra. Se trata de un par de sillares con marcas de cantero -uno de ellos con una estilizada flor de lis-, el tambor de un fuste, una pieza que conserva la talla de un motivo vegetal de hojas que se recogen en espiral, parte de un arco abocelado que era trasdosado por una moldura de listel y nacela y, por último, la clave de un arco que en su frente se decora con un bocel y un listoncillo describiendo un ángulo.