Pasar al contenido principal
x

Los nuevos descubrimientos en la catedral de Santiago y el coro del Maestro Mateo

Artículo de Francisco Prado-Vilar, Investigador Distinguido de la Universidad de Santiago, en el Grupo de Investigación Síncrisis y director científico del Programa A.W. Mellon para el Pórtico de la Gloria.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Hemos descubierto piezas esculpidas que ya he documentalmente podido identificar como pertenecientes al Pórtico de la Gloria, y que abren un nuevo y sorprendente conocimiento de la filiación artística del arte del Maestro Mateo y que ésta es netamente española….Créame, cuanto hacemos por Compostela la Providencia nos lo está compensando con creces. Cualquier pieza de las que acabo de desenterrar sería un cheque en blanco de cualquier Museo importante del Mundo. Hoy una escultura del Maestro Mateo se cotizaría como un cuadro de Velázquez, quizás interese más, y en estos tres meses hemos desenterrado varias piezas suyas.

Enlace carta:

http://consellodacultura.gal/fondos_documentais/epistolarios/epistola.php?id=72325&epistolario=9629

Estas observaciones contenidas en una carta enviada el 4 de agosto de 1964 por el Comisario de Patrimonio de Galicia, Manuel Chamoso Lamas, al encargado de los presupuestos para museos Enrique Salgado, podrían haberse reproducido en la presentación, hace poco más de una semana, de las nuevas piezas descubiertas durante los trabajos de restauración de la cripta del Pórtico de la Gloria dirigidos por el arquitecto Javier Alonso. En ese acto, el Director de la Fundación Catedral, Don Daniel Lorenzo, hizo un recorrido por las obras expuestas y animó a los especialistas a estudiarlas y valorar su importancia histórica.

https://twitter.com/CatedralStgo/status/1443629736178167808

Entre ellas se encuentran unos relieves fragmentarios pertenecientes a una Matanza de los Inocentes integrada por los actores que son omnipresentes en las representaciones de este episodio en el arte medieval.

Fig. 1. Comparación placa y capitel de Aguilar

Fig. 2. La Matanza de los Inocentes de Portal Norte de Notre-Dame de París, ca. 1250, con Herodes aconsejado por el diablo

Fig. 3. Fragmentos de la Matanza de los Inocentes de la catedral de Santiago, dispuestos en el orden propuesto por el autor

 

Vemos la figura sedente del rey Herodes siendo aconsejado por el diablo, del que solo se conservan las piernas, quien estaría susurrándole al oído, y una serie de soldados asesinando a los niños, frente a uno de los cuales aparecen restos de la imagen de una madre arrodillada. Cada una de estas figuras tiene paralelos en numerosas obras contemporáneas, particularmente la del demonio que incita a Herodes a ordenar el crimen, motivo especialmente popular en el románico hispano como estudió hace tiempo Marisa Melero (https://raco.cat/index.php/Dart/article/view/100035) y más recientemente Esther Lozano (https://revistas.ucm.es/index.php/ANHA/article/view/ANHA1010010275A)

Fig. 4. Izquierda, capitel de la iglesia de María Magdalena de Tudela, y derecha, capitel de San Juan de Duero en Soria

 

El dossier informativo “Descubriendo la catedral.  Nuevos hallazgos arqueológicos 2017-2021 ” ofrece una primera aproximación a estas piezas fechándolas entre 1250 y 1350 con una posible procedencia en “alguna capilla de ubicación original desconocida dentro del conjunto catedralicio”. Creo, sin embargo, que la evidencia estilística, iconográfica, contextual y comparativa nos permite datarlas en la primera década del siglo XIII y asignarlas a la fachada del coro pétreo que dispuso el maestro Mateo en la nave central de la catedral, obra que estaría concluida para la consagración del templo, celebrada en 1211. Son testimonio de la diversidad de "acentos" estilísticos que tenían los diferentes artífices que llegaron a Compostela para trabajar en las monumentales empresas acometidas en la basílica jacobea entre 1168 y 1211, acentos que confluirían en la formación de esa "koiné" artística gallega que conocemos como "estilo mateano" y que alcanza su máxima expresión en el Pórtico da Gloria, un conjunto cuya filiación, como escribió Serafín Moralejo, no es fácil de concretar ya que “se diría concebido como una antología de todo el románico y el primer gótico europeos”.

Especialmente significativa para explorar estos asuntos es la hermosa cabeza del rey. Por sus características formales y fisonómicas constituye un eslabón entre los modos de hacer de los talleres que desarrollaron su actividad a finales del siglo XII en monumentos de León y Castilla, y que nutrieron el arte del maestro Mateo, ejemplo de los cuales es el Zacarías de mármol conservado en la iglesia de San Juan Bautista de Arévalo, y el refinamiento gótico que esos “acentos” experimentaron en Compostela en las primeras décadas del siglo XIII, como muestra el Cristo que hoy preside la Portada de Platerías, cuyos sutiles ecos y resonancias estilísticas fueron brillantemente analizados por Serafín Moralejo en su tesis.

 

Fig. 5. Izquierda, Zacarías de Arévalo, centro, cabeza de rey, encontrada en la cripta del Pórtico de la Gloria, y derecha, Cristo de la Portada de Platerías 

 

Tan vinculada está esta cabeza a las empresas mateanas que encontramos su gemelo, aunque devaluado y erosionado por el tiempo, en otra escultura del coro pétreo, la figura de Salomón reutilizada en el cierre exterior de la Puerta Santa. Ambas comparten incluso el mismo rictus arqueado en los labios. 

 

Fig. 6. Izquierda, cabeza de Salomón del coro del maestro Mateo, y derecha, cabeza del rey

 

 

También los relieves de los soldados contienen pistas que nos llevan a los talleres de los que se nutrió el arte del maestro Mateo, y a la empresa del coro.  Por un lado, se relacionan con modelos que se desarrollan en la escultura románica hispana de finales del siglo XII como el capitel de la Matanza de los Inocentes de Santa Cecilia de Aguilar de Campoo, y, por otro lado, encuentran paralelos figurativos en el propio coro mateano, ya que los "inocentes" a los que degüellan son trasuntos desnudos de la figuras de los niños cantores del mismo conjunto.

Fig. 7. Capitel de Santa Cecilia de Aguilar de Campoo (centro) y piezas de la Matanza de los Inocentes de la catedral de Santiago

Fig. 8. Izquierda, detalle de la Matanza de los Inocentes de la catedral de Santiago, y derecha, niño cantor del coro del maestro Mateo

Una comparación entre el capitel y los relieves permite deducir que el carácter robótico de los soldados compostelanos puede deberse, en parte, a que son obra de un escultor acostumbrado a trabajar en formatos más pequeños, en los que las figuras se sostienen en composiciones abigarradas de cuerpos concatenados. Se siente incómodo, sin embargo, traduciendo esos diseños a una escala mayor al verse obligado a incrementar el bulto de unas figuras que, además, quedan aisladas en el espacio vacío circundante. Es preciso tener en cuenta, en todo caso, que esa rigidez de movimientos quedaría atenuada de forma considerable cuando se contemplaban los relieves con sus fondos policromados en los que se generarían efectos lumínicos cambiantes imprimiendo fluidez y dinamismo en la percepción el espacio.

 

Una nueva visión del coro del Maestro Mateo

Fue precisamente cerca de la cripta del Pórtico donde en 1978 se realizó un importante hallazgo para reconstruir el programa iconográfico de la fachada del trascoro mateano cuando, durante las obras de acondicionamiento de la plataforma de la escalinata del Obradoiro, se descubrieron numerosas piezas, entre ellas un relieve con tres caballos, identificado, por comparación con otros monumentos como el jubé de la catedral de Chartres, como perteneciente al cortejo de los Reyes Magos.

 

 

 

Fig. 9 Caballos del cortejo de los Reyes Magos procedentes del coro del maestro Mateo. Muestran restos de policromía con la misma gama cromática que los relieves descubiertos

Fig. 10. Levantamiento del enlosado de la plataforma de la escalinata del Obradoiro donde se descubrieron piezas del coro del maestro Mateo, 1978

 

Esta pieza dejaba entrever que, como sucedió en Chartres, el trascoro mateano podría haber estado decorado con un friso dedicado a episodios de la infancia de Cristo que se desarrollarían a ambos lados de la Epifanía representada en el tímpano central, el cual sería muy parecido, sino el mismo, que el tímpano que ahora da entrada a la Capilla de la Corticela. El hallazgo de los relieves de la Matanza de los Inocentes confirma esta hipótesis ofreciendo indicios de cómo el trascoro estaría ornamentado por una sucesión de escenas narrativas comenzando en el lado norte de la nave y avanzando, en la dirección de lectura, de izquierda a derecha. Así, en el lado sur, después de la Epifanía del tímpano, estarían los relieves de los episodios que le siguen, comenzando, posiblemente, con un Sueño de los Magos, como ha sugerido recientemente Rocío Sánchez Ameijeiras, para luego continuar con una Matanza de los Inocentes, de la que ahora conocemos algunos fragmentos y que aquí reconstruimos enfatizando esa direccionalidad de lectura visual de izquierda a derecha como si se tratase de una sucesión de fotogramas cuyas escenas se disponen en un crescendo emotivo y dramático (fig. 3), y una Huida a Egipto.

Cuando restituimos la Matanza de los Inocentes a su lugar original en el lado sur de la nave podemos ver otro ejemplo de la magistral planificación escenográfica diseñada por el maestro Mateo para los diferentes espacios de la catedral, adaptando su ornamentación figurativa a la topografía litúrgica y trazando sendas de conexión visual entre ellos para que el visitante, en sus desplazamientos, pudiese aprehender intuitivamente las conexiones teológicas entre episodios bíblicos. La historia de la Matanza de los Inocentes era invocada frecuentemente por predicadores y comentaristas  que los consideraban los "primeros mártires cristianos" cuyas almas puras ganaron gloria a pesar de no haber recibido el bautismo, y que, por lo tanto,  constituían prefiguraciones de las almas de los mártires mencionados en el Libro de Apocalipsis en la apertura del quinto sello (Apoc. 6:9-11): "vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios...clamaban al Señor y decían: ¿cuánto tiempo hasta que juzgues a la gente de este mundo y tomes venganza de nuestra sangre por lo que nos han hecho?”. Y, por otro lado, servían de ejemplo para enfatizar la necesidad de bautizar a los niños, como era deseable en condiciones sociales de alta mortalidad infantil. Ambos vectores, el escatológico y el sacramental, se desarrollaban en espacios ubicados a ambos extremos del eje axial de la nave sur de la catedral, teniendo como estación central esta Matanza de los Inocentes de la fachada del trascoro. La dimensión escatológica se plasmaba en el extremo occidental de la nave donde, en la arcada sur del Pórtico de la Gloria, estaba representado el Juicio Final protagonizado por ángeles que conducen a la gloria las almas de los elegidos (figurados como "niños inocentes"), y la dimensión sacramental tenía su lugar de celebración en el extremo oriental de ese eje, en el baptisterio de la catedral localizado en el transepto sur.

 

 

Una reina ante la Matanza de los Inocentes

El descubrimiento de la Matanza de los Inocentes del coro mateano también nos permite empezar a reconstruir la riqueza simbólica de la posterior reconfiguración del espacio en el que estaba ubicada. El 18 de marzo de 1340 el célebre noble gallego Pedro Fernández de Castro, "el de la Guerra", ordenó disponer su capilla funeraria en ese lado sur del trascoro “detrás del coro so o leedoyro, da parte u están os tres Reyes magos 

Como señala Rocío Sánchez Ameijeiras en una publicación en prensa (“Conversaciones en la catedral: tramas textuales y tramas visuales en torno a los sepulcros reales de Compostela”, en Loci  sepulchralesPantheons and Other Places of Memory, Turnhout, Brepols) el lugar referido como “donde están os tres Reyes magos" no sería el tímpano de la Epifanía sino un relieve perdido que representaría el Sueño de los Magos, y que estaría a la derecha del tímpano como parte de un ciclo de la Infancia de Cristo. Sería este, en efecto, un tema adecuado para servir de telón de fondo a la tumba de Pedro, ya que reflejaría el sentido cristiano de la concepción de la muerte como una suerte de sueño de transición a la vida eterna, tan brillantemente representada en las tumbas de los reyes Fernando II y Alfonso IX en el Panteón Real de la catedral compostelana, cuyas efigies aparecen dormidas esperando, como buenos cristianos, a ser despertados a la vida eterna por las trompetas de los ángeles de la resurrección que vendrán a anunciar el fin de los tiempos.     

Un tema apropiado también para un entorno funerario, especialmente para la sepultura de una mujer, sería la Matanza de los Inocentes, como la que se acaba de descubrir y que nosotros situamos en ese mismo espacio, justo después del desaparecido Sueño de los Magos. Es ese el tema que decora la lauda de Doña Blanca de Navarra (1133-1155), esposa de rey castellano Sancho III.

Fig. 11. Lauda de Doña Blanca de Navarra

 

 

Y sería precisamente otra reina consorte de Castilla, Juana de Castro, hija del ya mencionado Pedro “el de la Guerra” quien habría de ser enterrada en 1374 en la catedral de Santiago en un sarcófago que hoy se encuentra en la Capilla de las Reliquias pero cuya ubicación original fue probablemente la capilla funeraria familiar fundada por su padre en la zona del trascoro mateano, cerca de esta Matanza de los Inocentes que, hoy, gracias a los trabajos de restauración realizados por la Fundación Catedral, podemos admirar, como habría hecho Juana en vida, y quizá, también su hermana, la célebre Inés de Castro, antes de partir hacia Portugal donde habría de ser asesinada por sicarios enviados por un rey que, como el Herodes mateano,  fue aconsejado por el demonio, para segar la vida de una inocente.

 

 

Estos hallazgos vienen a culminar una década prodigiosa para nuestro conocimiento de la catedral de Santiago que sin duda continuará floreciendo como lo hace la piedra en otra de las piezas rescatadas en las excavaciones, el plafón de un sitial del coro del maestro Mateo en el que se traslada al granito el mejor diseño de ese momento de creatividad único que son las artes del 1200.

Fig. 12.  Izquierda, Inicial de BnF. Département des Manuscrits. Latin 16746, fol. 131r. y, derecha, plafón de sitial del coro del maestro Mateo

 

Para ampliar la información:

“El Pórtico de la Gloria: Arquitectura, materia y visión”

Reconstrucción digital del coro realizada por Anxo Miján (Trasancos 3D) con el asesoramiento del autor