El punto de partida de nuestra ruta es la localidad de Cervera de Pisuerga, a la que se accede a través de la carretera CL-626. Situado entre esta y el pequeño pueblo de Vado, cercano a la confluencia del río Rivera con el Pisuerga, se encuentra el pequeño eremitorio de San Vicente o Cueva de los Moros, al que se puede acceder andando por un camino de tierra denominado coloquialmente como “la Valleja”.
Sobre la llanura, resalta la erección de este pequeño templo excavado en la peña de roca arenisca y que se articula a través de una nave en forma de “L” con varios vanos de acceso, abierto a cualquier visitante que se acerque a contemplar su belleza y extrañeza. Mientras que en su interior consta de un pequeño presbiterio encabezado por un ábside y al lado norte se adosa una pequeña sacristía; en el exterior se dispone una necrópolis en la que pueden observarse una decena de tumbas excavadas en la roca.
Aunque el origen de este templo data de época altomedieval con una función de pequeña ermita, posteriormente paso a convertirse en iglesia monástica, siendo relegada a un segundo plano cuando se construyó en el siglo XII una iglesia románica que permanecería hasta el siglo XIX.