LA IGLESIA, CUYA ADVOCACIÓN da nombre al lugar, se encuentra en un extremo del pueblo, próxima a la carretera y aislada de otras edificaciones. Al sur se abre un atrio delimitado por un murete bajo de piedra, mientras que al norte se adosa el cementerio. Es un edificio construido en piedra caliza dispuesta en sillares de tamaños diferentes, además de mampostería y ladrillo, lo que atestigua la existencia de varias fases constructivas a lo largo de su historia. La primitiva iglesia románica constaba de una sola nave rematada en un ábside semicircular. En épocas posteriores (siglos XVI-XVIII) su fábrica experimentó una serie de transformaciones que desvirtuaron en gran medida su aspecto original. En el lado de la epístola se construyó el baptisterio, el portal de entrada, una capilla hornacina y la sacristía de planta cuadrangular con una ventana adintelada al exterior. En el lado del evangelio se añadió una capilla cubierta por una pequeña bóveda de cañón donde actual mente se encuentra un retablo barroco con un Cristo gótico de madera policromada. A continuación hay una estancia cegada a la que se accedía originalmente por una puerta con arco de medio punto situada en el ábside, cuya cronología es difícil de precisar. A los pies se levantaron el coro alto de madera y la torre campanario con seis vanos de medio punto en el ultimo cuerpo. Se reconstruyeron también los muros de la nave en mampostería, se recrecieron con ladrillo enfoscado y se techó todo el interior con un artesonado de madera. Así las cosas, la parte mejor conservada del primitivo edificio románico es el ábside. Según Felipe Heras contaba con una serie de vanos de los que hoy solamente podemos observar el que se ha conservado en el lado meridional del hemiciclo, aunque cegado. El resto desaparecieron al realizarse las reformas del templo. Consta de un arco de medio punto que descansa sobre toscos capiteles de hojas de poco resalte rematadas con volutas en los extremos. Cronológicamente se puede fechar en el último tercio del siglo XII.