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Muro sur de Sant Pere de Ventolra

Identificador
25146_01_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.036297, 1.603079
Idioma
Autor
Montserrat Barniol López
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere de Ventolra

Localidad
Besora
Municipio
Navés
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Ventolra

Descripción

Iglesia de Sant Pere de Ventolra

A la iglesia de Sant Pere de Ventolra, que se sitúa al norte del castillo de Besora. Se llega por el mismo camino que conduce a éste. Tras dejar atrás la masía de les Planes y el desvío de Besora, se ha de continuar en dirección norte hasta encontrar, a la izquierda, la pista que conduce a la casa de Ventolra. Cercana a esta, en medio del campo, se vislumbra el templo, al que hay que llegar, inevitablemente, a pie.

 

Trazar la historia de la iglesia de Ventolra presenta serias dificultades. La complejidad de interpretación de algunos documentos y las noticias confusas se han traducido en la ausencia de consenso historiográfico. Algunos autores defienden que la iglesia de Ventolra debería de ser identificada con la cela, bajo la advocación de san Pedro y ubicada en el lugar de la Cort (?), cedida en 971 por el conde Borrell II de Urgell al monasterio de Sant Llorenç de Morunys. Otros, en cambio, desestiman esta posibilidad basándose en la ubicación del edificio, además de en la advocación del templo, a la que la documentación se refiere siempre como san Martín. También es discutida la identificación de la iglesia de Ventolra con una parroquia de Sant Martí que figura en un documento de venta, de 1044, entre Guilla y su hermano (?) Miró y su esposa Ermessenda. Por los límites del término parroquial que se citan (al Este la parroquia de La Selva, al Sur la silva seminada y Clariana, al Oeste de Besora, Terrers, la Cort de Sant Pere y Guilanyà, al Norte Sant Iscle de Capdevila) es posible que pudiera tratarse del edificio que nos ocupa, aunque no podrían descartarse otras parroquias bajo la misma advocación: Tarascó y les Serres. Todo parece indicar que la advocación de san Martín se mantuvo hasta el siglo xix, y que la de san Pedro mártir –como es llamada la iglesia por los habitantes del lugar– es una dedicación bastante reciente. En cualquier caso, por su datación, la iglesia románica no pudo estar bajo la advocación del santo dominico, cuya muerte acaeció en 1252, y fue canonizado poco después. Se ha sugerido también que hubiera existido una segunda dedicación del templo a san Miguel, si bien ésta hipótesis es dudosa.

 

El edificio ha sido recientemente restaurado y, en gran medida, reconstruido, lo que puede corroborarse sin dificultad alguna observando fotografías antiguas. Siguiendo una tipología muy habitual en las modestas iglesias rurales de la zona, Sant Pere presenta una sola nave rectangular de reducidas dimensiones y un ábside semicircular. Éste es liso y en él se abren dos ventanas, una en el centro de doble derrame y de arco de medio punto adovelado, y la otra, en el lado sur, rectangular y de pequeñas dimensiones. Los muros laterales son lisos, y en el meridional se encuentra la puerta, que está formada por un arco de medio punto adovelado que ha sido, en buena medida, reconstruido. La fachada occidental también es lisa, cuenta con una ventana muy simple al exterior y cruciforme al interior, y está coronada por una espadaña de un solo ojo añadida en la restauración. La techumbre actual es de doble vertiente y está forma formada por losas colocadas de forma escalonada.

 

En el interior, la nave está cubierta con una bóveda de cañón, ligeramente apuntada, resultado de la reconstrucción del edificio. Fotografías antiguas permiten corroborar que ya existía una bóveda pétrea que se derrumbó. Por su parte, el ábside se cubre con una bóveda de cuarto de esfera, que se ha consolidado en una intervención reciente, y está enmarcado por un arco presbiterial de mayor anchura y apoyado en pilastras, que facilita la transición entre ambos espacios. El encaje de este con la estructura absidal es bastante irregular.

 

En la citada reconstrucción también se elevaron parte de los muros, como puede deducirse de la lectura de los paramentos. A pesar del lamentable estado de conservación de la iglesia antes de su restauración, se conservan algunos detalles reseñables del templo primitivo, como el opus spicatum que recorre horizontalmente la fachada occidental. El aparejo del ábside, quizás la parte de la construcción románica mejor conservada, está compuesto por sillares de dimensiones desiguales y de talla irregular, dispuestos en hiladas horizontales bastante regulares. Por su aspecto, parece apropiado mantener la cronología ya propuesta por la historiografía, que sitúa la construcción del edificio avanzado el siglo xii. Algunos autores han mencionado la existencia de una talla pétrea, hoy en paradero desconocido, que podría fecharse en el siglo xiii.

 

Texto y foto: Montserrat Barniol López

 

Bibliografía

 

Bach i Riu, A, 1988, pp. 20-21; Bolós i Masclans, J., 2006, pp. 41 y 118; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 192-193; Riu i Riu, M., 1981a, p. 200, Riu i Riu, M., 1982, p. 176; Riu i Riu, M. 2006-2007, pp. 440-441; Sitjes i Molins, X., 1977, pp. 81-83; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 295-296.