LA IGLESIA PARROQUIAL, bajo la advocación de San Lorenzo, se sitúa en el centro del pueblo, en un leve llano en medio de la pendiente característica del lugar. Muy reformado en el siglo XVIII, conserva el templo de Tene algunos vestigios de su fabrica medieval, datada no antes de fines del siglo XIII siguiendo los postulados de un románico tardío y arcaizante, muy común en el ámbito rural de la montaña asturiana. Presenta así, este pequeño templo de proporcionadas dimensiones, nave única precedida de cabecera cuadrada a la que se accede por un sencillo arco triunfal ligeramente apuntado sobre impostas lisas, todo ello muy reformado. Como sistema de cubiertas se emplea la armadura de madera para la nave y la bóveda de cañón apuntada para la capilla, cubierta en la actualidad por ingenuos frescos donde se representa la Pasión de Cristo. Al exterior, el alero, que remata tanto la nave como la cabecera, aparece recorrido por sencillos y toscos canecillos desornamentados, similares a los que podemos encontrar en muchos otros templos rurales, como los cercanos de Casares o Llanuces. En el interior se conserva una serie de imágenes de tradición medieval, fechadas no antes del siglo XIV, en las que el arcaísmo y rusticidad vistos en la fábrica quedan también patentes.