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Identificador
09614_04_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés,José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Quirico y Santa Julita

Localidad
Tolbaños de Abajo
Municipio
Valle de Valdelaguna
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL de Tolbaños de Abajo, situada en el extremo oriental del caserío y algo distanciada del mismo, representa uno de esos ejemplares que tipológicamente se escabullen de los convencionales corsés aplicados a la historia del arte. El indudable carácter prerrománico de su cabecera nos pone ante la tesitura de adjudicarle una cronología con nulos apoyos documentales, navegando de lleno en la nebulosa que supone aún el conocimiento del arte altomedieval, donde a las pervivencias de la arquitectura visigoda suceden modos constructivos inerciales de la misma, a nuestro entender escasamente arabizados y en cualquier caso ajenos al más definido mozarabismo del grupo leonés. Sobre tal sustrato se asentarán los modos del primer románico, que alcanzan estas tierras en su más inercial declinación, en lo que se ha venido a denominar “arte de la repoblación” o “arte condal”, cuya cronología aproximada debemos encuadrar entre los años centrales del siglo X y buena parte del XI. En este contexto de dudas situamos la cabecera y perímetro de la nave principal de la iglesia de Tolbaños, levantada en pobre mampostería con refuerzo de sillares en los esquinales, en el centro de cuyo testero plano se abre una ruda saetera abocinada al interior. Los muros laterales de la capilla fueron rematados por una cornisa de listel y nacela en época plenomedieval, sustituida modernamente y de la que restan vestigios en el muro meridional. Al interior se cubre esta cabecera con una a todas luces rehecha bóveda de cañón sobre tosca y achaflanada imposta, dándole paso desde la nave un arco triunfal abocelado levemente apuntado sobre impostas con bolas y tacos. La primitiva nave, muy modificada, se cubre hoy con moderna artesa de madera. En fecha imprecisa pero en cualquier caso no anterior a la primera mitad del siglo XIII, se añadió al cuerpo del templo una colateral al sur, también en mampostería y donde se trasladó una portada románica del último cuarto del siglo XII. Se abre a la principal mediante dos formeros de medio punto, rematándose en una cabecera de testero plano cubierta por bóveda de cañón netamente apuntado y a la que da paso un toral de aristas achaflanadas. La antes citada portada se compone de baquetonado arco de medio punto, dos arquivoltas igualmente molduradas con boceles (un haz de tres en la interior y tres cuartos de bocel en la otra) y tornapolvos biselado ornado con bolas. Apean los arcos en jambas escalonadas que entre las dos parejas de columnas dispuestas en los codillos se muestran con grueso baquetón. Se alzan dichas columnas sobre basamento y destrozadas basas áticas de grueso toro inferior, coronándose por desgastados capiteles donde han querido precisarse, con obtusa o clarividente visión, reflejos de la segunda campaña del claustro bajo de Santo Domingo de Silos. Realmente, el desgaste del relieve no permite siquiera la clara identificación de los temas, pudiendo adivinarse que eran figurados los dos del lado occidental, con una figura cabalgando un corcel y un personaje tras ella que parece apoyado en un bastón y formas absolutamente irreconocibles el interior, lo que su pendant del otro lado, adivinándose en el externo dos cuadrúpedos afrontados. Resta parte de la decoración de la imposta que corre sobre los capiteles, a base de arquillos de medio punto entrecruzados. La torre se alza al norte de la iglesia, independiente y distanciada aproximadamente medio metro del muro norte de la nave. De planta cuadrada, se levantó en mampostería con sillares de esquina, salvo el probablemente rehecho cuerpo de campanas, de sillería y donde se abre un vano de medio punto por lienzo. Se observan perfectamente los mechinales que permiten identificar las cinco andamiadas de la obra primitiva -altomedieval o románica- frente al carácter más moderno del remate. A los pies de la colateral, sobre basamento circular escalonado, se alza una pila bautismal románica acorde al tipo más extendido en el área de la Sierra, de copa aproximadamente semiesférica (109 cm de diámetro por 53 cm de altura), con interior avenerado, bocel en la embocadura, banda de toscos zarcillos, listel y mal definidos gallones inferiores. Se alza sobre un pilar cilíndrico de 32 cm de alto, ornado con una greca, y una amplia basa de 13 cm de altura, de gran toro aplastado con semicírculos incisos y decoración de hojitas y botones vegetales. Es un rudo remedo de las vistas en Palacios de la Sierra, Barbadillo de Herreros, etc.