Sant Patllarí
Ermita de Sant Patllari
La ermita de Sant Patllari es un pequeño edificio aislado que se localiza en la montaña del mismo nombre, en un lugar que domina los valles del entorno, así como el llano de Banyoles. Para llegar al templo, desde Banyoles, seguiremos en dirección Mieres/Santa Pau por la vía C-757. Recorreremos unos 3 km alrededor del lago hasta la indicación a Pujarnol. A unos 5 km, llegaremos al indicador a la derecha a Sant Patllari. El camino de acceso a la ermita es de tierra y está en malas condiciones, de modo que lo más aconsejable es estacionar el vehículo y seguir a pie durante unos 45 minutos.
Algunos autores hallan coincidencias entre la ermita de Sant Patllari y la que había en la montaña que se cita como “Monte Speculo” en un documento de 1182. En estas fechas el conde Borrell II hizo construir una torre de vigía durante las disputas contra el conde de Besalú. La ermita habría actuado antaño como la capilla de esta torre, hoy no conservada. Del siglo xv en adelante abundan las noticias de este templo como una capilla del término parroquial de Sant Cebrià de Pujarnol, donde se acudía en reunión para la festividad del 28 de agosto. Alrededor del año 1727 se hicieron reformas en la ermita dándole su aspecto actual.
Sant Patllari es un templo de nave única, de pequeñas dimensiones, terminada con un ábside semicircular. Se puede decir que de época románica solo conserva el arco del ábside, parte de la imposta, así como un pequeño tramo de la bóveda originaria, en el sector cercano al ábside. El resto de la cubierta es fruto de una restauración efectuada el año 1982 por el Centre Excursionista de Banyoles. En la actualidad el acceso se halla en el muro de mediodía y consiste en una sencilla puerta con arco de medio punto adovelado, que posiblemente no es original. Encima del muro oeste se alza un campanario de espadaña de una sola abertura que ha sufrido muchas reformas. Adosada al muro de poniente observamos la casa del ermitaño, que consiste en un cuerpo rectangular de dos plantas hoy rehabilitada como refugio. Es conocida la presencia de ermitaños hasta bien entrado el siglo xx.
El edificio ha sufrido reiteradas renovaciones y apuntalamientos, los cuales son visibles tanto en el ábside como en los muros laterales, si bien en el muro norte se puede adivinar un tramo de muro original con sillares de tamaño medio, dispuestos en hiladas regulares. Por todo lo mencionado, y siendo difícil aproximarse a una fecha de datación, basándonos en los vestigios originales que vislumbramos, la construcción de este templo podría situarse a finales del siglo xiii. Los refuerzos y modificaciones son claramente muy posteriores, de época moderna.
Texto y fotos: Almudena Montenegro Gallardo
Bibliografía
AA.VV., 2005, pp. 485-486; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, p. 145; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, p. 454; Marquès i Planagumà, J. M., 2000, p. 115.