Identificador
09640_02_049
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 4' 6.49'' , -3º 25' 34.30''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Hortigüela
Municipio
Hortigüela
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
SE HALLA EN MEDIO DEL CASERÍO, levantada a base de sillería arenisca con planta formada por cabecera cuadrada y nave de dos tramos, con torre a los pies y portada abierta al sur. En el interior se cubre con bóvedas de crucería, características del momento tardogótico en que se levantó la práctica totalidad de su fábrica. El único elemento románico que alberga es la pila bautismal, conservada en el baptisterio que se abre en el muro del evangelio de la cabecera. Se trata de un vaso de forma troncocónica, tallado en la blanca piedra caliza del tipo de Hontoria de la Cantera, aunque no cabe duda de que en tiempos pasados debieron ser mucho más numerosas las explotaciones en la comarca de este tipo de roca. Mide 90,5 cm de altura y 121 cm de diámetro, decorándose el vaso con el típico bocel en la embocadura, bajo el que se dispone una cenefa de roleos con cuatripétalas en su interior -que recuerdan a los de la pila de Castroceniza-, dando paso a una serie de nueve arcos apuntados dispuestos sobre columnillas, con las basas bien marcadas y capiteles que a veces parecen dos volutas vegetales pero generalmente fieras cabezas de animales en actitud de tragarse el fuste. Dentro de cada uno de los arcos se disponen otras tantas figuras, aunque a veces resulta prácticamente imposible contemplarlas dada la proximidad de la pieza a los muros del baptisterio. Se reconocen sucesivamente: una cigüeña, un león rampante, otra cigüeña, personaje vestido con túnica y con los brazos en jarras, mujer vestida con túnica y tocada con gorro de grueso barbuquejo, plañidera mesándose los cabellos, animal híbrido con cuerpo de ave y cabeza de aspecto felino, arpía en visión frontal y finalmente el noveno arco, pegado prácticamente a la pared, parece repetir el motivo de la arpía. Aunque resulta tentador ponerla en relación con la cercana pila bautismal de Cascajares, por los arcos figurados, en realidad son dos piezas que muy poco tienen que ver entre sí, quizá salvo la forma y composición, por otro lado muy comunes en la época. El escultor de Hortigüela desde luego que no se caracterizaba por su habilidad, de modo que traza unos personajes rechonchos y desproporcionados, que no parecen seguir siquiera un programa iconográfico. Algunos rasgos, como el tocado con barboquejo que luce la mujer, nos indican que se hizo en un momento bastante tardío, quizá traspasado ya el primer cuarto del siglo XIII.