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Frontal del altar

Identificador
09580_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Villasana de Mena
Municipio
Valle de Mena
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA PARROQUIAL PRESIDE una plaza en el centro de la localidad y ocupa el solar de una antigua ermita dedicada a San Antonio. Es edificio moderno, aunque en su interior se conserva un espléndido ejemplar de frontal de altar procedente de la desaparecida iglesia de Nuestra Señora de las Altices. La pieza estuvo depositada durante muchos años en el cementerio, lo que explica el desgaste de parte del relieve, siendo trasladada a la colateral sur del templo y empotrada en su testero no hace muchos años. La pieza, labrada en un bloque calizo de 89 cm de alto x 141 de ancho, se decora con una Epifanía siguiendo la tradicional iconografía románica que vimos en otros templos norteños, como los expatriados relieves de Cerezo de Riotión, el tímpano de Ahedo del Butrón o, sobre todo, el frontal de altar de Butrera, de similares dimensiones al nuestro (78 cm de altura x 143 cm de longitud). Como en aquél, vemos aquí a los dos primeros reyes de pie, coronados, portando los ciborios con las ofrendas y en conversación (el primero luciendo abultada barba de puntas rizadas), mientras que el más próximo a la Virgen abre el recipiente de su ofrenda y realiza la tradicional genuflexión apoyando en este caso las dos rodillas en tierra; como en Ahedo del Butrón, resulta llamativo el detalle de las espuelas que luce el Mago. María se representa en posición frontal, sentada en un trono de respaldo rematado por cabecitas felinas, coronada y velada. Porta en su mano izquierda una granada y sobre su rodilla izquierda al Niño (de rostro torpemente retallado), quien, ligeramente vuelto hacia los Magos sujeta el Libro en su regazo y se dirige a los Reyes con un gesto de su mano derecha alzada. Conforme al papel secundario otorgado a San José en la escena, éste aparece aquí sin el aire pensativo habitual, con la cabeza cubierta con un bonete, sentado y apoyándose con ambas manos en un bastón “en tau”. Aunque podemos hacer extensiva a este relieve de Villasana la caracterización estilística avanzada para el de Butrera, con una expresiva comunicación basada en los gestos de las manos, son palpables las diferencias entre ambos, bien que veamos similar diseño de los pesados paños, dotados de notable volumen y recorridos por barrocos y arrugados pliegues hinchados en torno a las articulaciones. Y pese a que podamos intuir la huella del denominado por Elizabeth Valdez como “maestro de Cerezo de Riotirón”, y de ahí las similitudes con las esculturas de Butrera, Gredilla de Sedano, Cerezo de Riotirón y los monumentos sorianos que intervinieron en su formación, ciertos rasgos delatan ya un estadio estilístico más avanzado, en el que se hacen patentes señales de un cierto goticismo. Su cronología debe rondar los últimos años del siglo XII o los primeros del XIII.