LA IGLESIA PARROQUIAL de San Pedro es una modesta construcción de mampostería difícil de encuadrar en una época y estilo concretos. Consta de una pequeña nave, cabecera cuadrada flanqueada por dos capillas que forman un crucero y espadaña a los pies. La nave se cubre con cielo raso moderno, la capilla mayor con techumbre de madera y los brazos del crucero con bóvedas de medio cañón con lunetos, similares a las de la sacristía. Las múltiples reformas experimentadas en el edificio dificultan la delimitación de las partes más antiguas de su estructura. No obstante, parece claro que al menos parte de su muro sur puede corresponder a la fábrica primitiva. En ese lado se abre precisamente una portada románica correspondiente a principios del siglo XIII. Consta de cuatro arquivoltas de medio punto lisas que descansan sobre una línea de imposta formada por cimacios de nacela. A ambos lados se colocaron dos parejas de columnas de fuste monolítico y capiteles decorados con hojas muy esquemáticas que se doblan en la parte superior y cenefas o bandas con puntas de clavo entre ellas. Los del lado izquierdo presentan perfiles lobulados y un sencillo entrelazo de ocho. Algunos de estos motivos se repiten en el fragmento de capitel que aparece tras la portada de la iglesia de Piedrahíta de Castro. Todo apunta al trabajo de canteros populares dotados de escasos recursos técnicos para la talla de elementos ornamentales.