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Vista general desde el noroeste de Santa Maria de les Peces

Identificador
25005_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.351533, 1.518101
Idioma
Autor
Esther Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria de les Peces

Localidad
Alàs i Cerc
Municipio
Alàs i Cerc
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria de les Peces

Claves
Descripción

ALÀS I CERC

Ermita de Santa Maria de Les Peces

Al Este de Alàs, en la parte alta de la zona conocida como Els Embalçats, se alza la ermita de Les Peces, bajo la advocación de santa María. El templo domina la llanura de La Seu d’Urgell y el paso del Segre tras el Baridà, erigiéndose como un referente visual característico en la sierra que custodia la margen izquierda del Segre a su paso por Alàs. Para acceder a la ermita es necesario dirigirse hacia el cementerio de Alàs y avanzar por la única pista –sin pavimentar– que arranca hacia el Este. Esta última aproximación puede atajarse y realizarse a pie siguiendo las marcas del GR-150, que une Alàs y la ermita, pasando también por el cementerio.

 

El templo dedicado a santa María y ubicado cerca de Alàs fue empleado como referencia geográfica en múltiples documentos de carácter comercial desde mediados del siglo x, y el lugar conocido como ipsas Petias, ipsas Pecias, ipses Peces, ipsas Pecas o ipsas Pezas fue especialmente habitual en la documentación relativa a este territorio fechada entre poco antes del año mil (988) y alrededor del primer tercio del siglo xi (1042). Cabe destacar que en 1077, el conde Ermengol –probablemente Ermengol iv– hizo donación de la población de Vilanova (de Banat) al cabildo de Urgell, y mencionaba la villula que dicitur Pecias como afrontación de dicha localidad. No obstante, no se conserva documentación medieval directamente relacionada con el templo que nos ocupa.

 

Se trata de un edificio de una nave, ostensiblemente ampliada hacia el Sur y una cabecera formada por un ábside semicircular de menores proporciones. El conjunto lo completa una torre campanario, adosada al flanco nororiental de la nave. Construida sobre un afloramiento de roca, la fábrica es robusta, y se sirve de bloques de caliza de tamaño variable dispuestos en hiladas ordenadas –especialmente en el ábside–, mientras que en la ampliación, el aparejo deviene más pequeño y desordenado, ligado con mortero. La cubierta es de losas de piedra, en disposición troncocónica sobre el ábside, a vertiente simple sobre el campanario y a doble vertiente sobre la nave, cuyo alero sobresale notablemente respecto el plano mural.

 

Originariamente, la ermita presentaba una nave muy estrecha que fue recrecida y ampliada, probablemente en época moderna, de tal modo que la entrada y el ábside estan descentrados respecto a la volumetría actual. La entrada, por el Oeste, se eleva sobre nueve escalones y la singulariza un arco de medio punto ejecutado con sillares bien tallados y pulidos. Sobre la puerta se abre una ventana de arco abocinado con las dovelas a sardinel, y la fachada original es coronada con una pequeña marca cruciforme, que evoca las ventanas de Sant Esteve de Sauvanyà o Sant Genís de Tost. En el centro de la fachada actual, un vano cuadrangular permite la iluminación del interior.

 

En la fachada meridional destaca la presencia de un vano tapiado, resuelto con poca pericia mediante un arco de medio punto con las dovelas a sardinel; mientras que en lo referente a la cabecera, ésta se entrega directamente a la nave. Además, cabe destacar la cornisa de bloques alargados de piedra toba, moldurada a bisel aunque notablemente desgastada. En el eje del ábside se abre una ventana, singularizada exteriormente mediante un arco de medio punto de piedra toba.

 

La mayor parte del edificio presenta numerosas cicatrices de viga o de posibles estructuras anexas hoy desaparecidas, especialmente en la zona del campanario. Éste es de planta cuadrada, y supera en una altura la nave de la ermita. Adosado al muro septentrional, poco antes de la transición entre la nave y el ábside, el campanario presenta una construcción ordenada y robusta, con la parte baja de los muros ligeramente más gruesa que el resto de la estructura. En la parte alta se abren tres vanos –excepto en la cara meridional–, aunque los de la cara oriental y septentrional están actualmente tapiados. Estas aberturas estan profundamente modificadas, enmarcadas con lesenas lisas de notable grosor; mientras que el único vano aún practicable presenta un perfil vistoso, en tanto que resuelto mediante un arco de medio punto parcialmente tapiado para acoger una pequeña campana.

 

La ampliación del templo es claramente visible en el interior, donde el cambio de paramento y el uso de enlucido permiten identificar el recrecimiento en altura de los muros originales –en piedra vista– y el engrandecimiento de la nave. Ésta se cubre con una armadura de madera, y el acceso al interior está protegido con un escalón. En el muro norte se abre el acceso al campanario, resuelto con un arco rebajado de piedra toba, y en el muro meridional puede identificarse claramente el vano tapiado anteriormente mencionado.

 

Mientras que el ábside se entrega directamente al muro oriental, la transición entre este espacio y la nave es resuelta mediante un arco de triunfo, de medio punto y levantado sobre un escalón, ejecutado dentro de la estructura del ábside. Por su parte, el ábside se eleva sobre un segundo escalón y es cerrado mediante una bóveda de cuarto de esfera. Cabe mendionar la presencia de restos –muy escasos y de factura moderna– de decoración pictórica mural en la zona presbiterial, así como la presencia de una pila benditera monolítica –probablemente no original– de corte semiesférico y sin decoración alguna, instalada en el muro occidental.

 

Su ubicación privilegiada y su condición de referente visual en una gran zona al Este de La Seu d’Urgell han hecho de esta ermita un emplazamiento de gran importancia en el imaginario local. Las importantes modificaciones a las que fue sometido en época moderna no han afectado especialmente la composición volumétrica del edificio, el cual pese a su factura claramente rural enraiza en las formas características del románico pleno.

 

Texto y fotos: Esther Solé Martí

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1979, pp. 75-76; Baraut i Obiols, C., 1980, pp. 48-49; Baraut i Obiols, C., 1981, pp. 80-81 y 102-103; Baraut i Obiols, C., 1982, pp. 42-45, 54-55 y 121-122; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 24-26, 46-48 y 101; Baraut i Obiols, C., 1984-1985b, pp. 46-47; Baraut i Obiols, C., 1986-1987, pp. 137-145; Baraut i Obiols, C., 1988-1989, pp. 179-180 y 297; Baraut i Obiols, C., 1990-1991, pp. 45-47; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 109-110.