LA TALLA, BAJO LA ADVOCACIÓN de Nuestra Señora de Monserrate, se halla custodiada en la iglesia nueva de la población, dedicada, al igual que la antigua, a San Miguel. Es una figura sedente y frontal, del tipo Sedes Sapientiae, que fue convertida en imagen de vestir, según indicaba Clavería. Las dos manos de la Virgen han sido repuestas en una restauración reciente. El Niño actual también fue incorporado en esta intervención y sustituye al primitivo, perdido, que asentaría igualmente sobre el centro del regazo materno. Destacan sus reducidas dimensiones (36 cm de altura, 14 cm de frente y 14 de profundidad), lo que podría sugerir, al igual que ocurría en Monteagudo o en la Virgen de Jerusalén de Artajona, una hipotética función como imagen transportable bien de viaje, bien socia belli que acompañase a las tropas cristianas en las batallas. La indumentaria de la Virgen consiste en túnica y manto abierto que envuelve totalmente ambos brazos y piernas, donde describe una curvatura terminando en abertura central. El velo, con pliegues, es fruto de la restauración y originalmente el propio manto actuaba como tocado y cubría la cabeza a modo de capuz. Sus atributos se reducen a una corona de madera y a una esfera en su mano derecha. Su policromía también es resultado de la última restauración efectuada. El elemento más interesante del conjunto es el trono, que sustituye a la banqueta habitual. Está rematado en sus esquinas superiores por cuatro bolas y tallado en los costados con motivos rectangulares enmarcando otro circular central. La parte trasera, lisa, finaliza con una ondulación. Algunos tronos de características similares pueden encontrarse en Navarra (Rocamador de Estella, Nagore) aunque son excepcionales. Fernández- Ladreda fechó la imagen a finales del siglo XII, adelantando la datación propuesta por Clavería en los inicios del siglo XIII.