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Vista exterior del ábside de Sant Julià de Boix

Identificador
25112_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.8936383,0.6065297
Idioma
Autor
Raquel Cardona Segura
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Julià de Boix

Localidad
Ivars de Noguera
Municipio
Ivars de Noguera
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Julià de Boix

Descripción

 

IVARS DE NOGUERA

 

Ivars de Noguera es una localidad situada a 30 km al Norte de Lleida, en la margen izquierda del río Noguera Ribagorzana, que limita con la comarca aragonesa de la Litera por poniente. Se llega desde la capital de provincia por la carretera N-230 en sentido norte hasta Alfarràs, donde se toma la C-26 y, posteriormente, la L-903 a la izquierda, por la que, tras 3 km, se halla el caserío, el único con población del término municipal, que también comprende el despoblado de Boix.

La historia del municipio, que habría sido conquistado por los vizcondes de Cabrera,  aparece documentada por primera vez en 1079, como lugar donde Ermengol I de Urgell ostentaba un terreno censado en el monasterio de Gualter. En 1103 el vizconde Guerau Ponç de Cabrera le cedió al abad de Àger la iglesia de Santa Maria de Ivars, hoy totalmente reformada. Poco después, en 1116 el lugar constaba como señorío de un familiar de Arnau Mir de Tost, Ramon Berenguer de Áger, quien en su testamento de 1158 les dejaba a sus tres hijas los pueblos y castillos de Boix, Ivars y Tragó de Noguera. A finales del siglo xii la marquesa de Urgell, hija de Ermengol VI y mujer de Ponç de Cabrera, recibió Ivars de Noguera como dote esponsalicio, que después aparecía en manos de Arnau de Calaf aunque bajo el dominio de los condes de Urgell, poder que les fue arrebatado por Pedro el Grande en 1278 y retornado el mismo año. El despoblado de Boix perteneció al desaparecido municipio de Tragó de Noguera hasta 1964, fecha en la que se integró en el de Ivars de Noguera tras la construcción de los pantanos de Canelles y de Santa Anna, que anegaron gran parte del antiguo término y obligaron a su abandono.

 

Iglesia de Sant Julià de Boix

 

La iglesia dedicada a san Julián se sitúa en el despoblado de Boix, en el extremo norte del término municipal, a la orilla izquierda del río Noguera Ribagorzana a su paso por el embalse de Santa Anna. Para acceder a este templo, se debe salir desde Ivars de Noguera por la calle Costa de Les Eres en sentido norte, por una pista rural señalizada con hitos donde, tras 8 km, un rótulo marca el camino que hay que tomar a la izquierda para, en 200 m, llegar al monumento.

 

En abril de 1179 Alejandro III confirmó en un documento las propiedades que sus antecesores Nicolás II y Alejandro II ya habían cedido a Sant Pere de Àger, entre las cuales cita las ecclesias de Buxo, vinculación que se prolongará hasta 1783. La parroquia, al igual que el poblado, fue abandonada tras la construcción del pantano de Santa Anna. Hoy en día Sant Julià está restaurado y se ofician misas en honor al santo y en recuerdo a los lugares desaparecidos de Boix y Tragó de Noguera.

 

Se trata de un edificio formado por una sola nave cubierta con una bóveda de cañón apuntada y un ábside semicircular cuyo interior se transformó con posterioridad para adoptar una planta poligonal. Entre ambos espacios, se dispone un amplio presbiterio, cubierto, también con bóveda de cañón apuntada.

 

En fotografías anteriores al abandono del poblado se observa como varias construcciones rodeaban la iglesia, entre ellas un habitáculo adosado al Sureste, un recinto al que se accedía a través de la puerta abierta en el lado noreste, y unas casas hacia oriente. Una vez retirados los restos que quedaron tras la inundación, la iglesia quedó exenta, ocupando parte de lo que en su día fue la plaza principal, erigida sobre una elevación con una ligera pendiente.

 

En el liso paramento exterior del ábside resultan evidentes las zonas reconstituidas durante la restauración, sobre todo en su lado sur. Los muros laterales también son lisos, y tienen como única ornamentación los desgastados canecillos que soportaban la cornisa, de la que todavía se conservan algunos fragmentos. En la sencilla fachada occidental, culminada por una espadaña reconstruida en su totalidad durante la restauración, se abre la portada, cuyo arco de medio punto está formado por pequeñas dovelas enmarcadas por una chambrana lisa. Sobre ella, en el centro del frontón de la fachada, una ventana, que fue modificada por la construcción de un coro, y que en origen presentaba derrame hacia el exterior, es la única fuente de iluminación del templo. En el lado noreste del muro se adosó una sacristía de base rectangular, que fue eliminada en la restauración, y a la que se accedía desde el interior del templo por una puerta muy simple que se conserva en el muro septentrional. La techumbre a doble vertiente, que antaño estaba formada por losas, ha sido remplazada por una nueva.

 

En el interior de la pared norte, a los pies del templo, se abre una hornacina que en su momento pudo servir para albergar una pila bautismal o benditera. Más al Este, en el mismo paramento norte y a media altura, se conserva un nicho. Por su parte, en el muro sur se observa un amplio arcosolio. En la parte baja de ambos lados del presbiterio, se disponen sendas credencias de arco de medio punto. Una imposta lisa recorre el perímetro interior del templo, en la base de la bóveda. Por encima de ésta, en ambos muros, sendas hileras los orificios, más o menos equidistantes, son posiblemente el testimonio de los puntos de anclaje de las vigas que sostuvieron la cimbra que se utilizó para la construcción de la bóveda.

 

El aparejo está formado por sillares de arenisca bien escuadrados, dispuesto en hiladas regulares. Se ha datado el edificio en el siglo xiii.

 

Textos y fotos: Raquel Cardona Segura

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 368; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, p. 607.